La Deportiva se despide de la Copa de S. M. el Rey, cediendo ante una mejor S. D. Éibar en la segunda mitad

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La expulsión del sevillano Berrocal, antes de llegar a la media hora de la contienda deportiva, varió todos los planteamientos y condenó a los bercianos.

El colegiado no usó la misma vara de medir con otra agresión de Sergi Enrich a Miquel, en la continuación.

El Éibar remontó la eliminatoria, aprovechando su superioridad en efectivos y el acierto en los cambios introducidos por su técnico, José Luis Mendilíbar.

Durante el período inicial el choque discurrió caracterizado por la igualdad y con una buena actuación por parte de los visitantes.

Los foráneos salieron dispuestos a conseguir un gol, lo que obligaría a sus contrarios a lograr cinco si se querían clasificar para la siguiente ronda. El cancerbero vasco, Xabi Iruretagoiena, tendría que intervenir y ganar un “mano a mano” a Khomchenovsky que no fue capaz de rebasarlo.

También pudo alterar el marcador el mediocentro canterano del cuadro armero, Íñigo Barrenetxea. Este se benefició de un saque de esquina, efectuó un lanzamiento y la pelota se fue casi lamiendo el palo.

Pero, en el minuto 28, Jesús Berrocal saltó con el brazo extendido agrediendo claramente a su oponente Pantic. El defensa central azulgrana tuvo que ser atendido en la banda por los utilleros y el delantero fue expulsado.

Los locales, rentabilizando esta contingencia favorable, dispondrían – a partir de este momento – de mayores y mejores opciones. Borja Bastón podría adelantar a los suyos pero se entretuvo en exceso, lo justo para que un zaguero rival desbaratara la ocasión de gol. Así mismo Iván Ramis estuvo a punto de materializar un tanto, fruto de la ejecución de un libre directo desde la frontal del área que neutralizó con una estupenda parada el portero Alberto Domínguez.

Y, ya en las postrimerías de este intervalo de principio, se movería una vez el luminoso: el artillero Borja Bastón conectaría un cabezazo al fondo de las mallas, tras el bote de un córner por el japonés Takashi Inui.

Tras la reanudación del encuentro sería el italiano Simone Verdi quien ensayaría un fuerte disparo al cual respondería Alberto con una excelente reacción.

La respuesta de la “Ponfe” no se haría esperar, previa al monólogo desarrollado por los vascuences. Como constatación, un contragolpe se saldó con un tiro algo desviado.

Fue desde entonces cuando los “armeros” se mostraron con una mayor ambición. Arruabarrena alcanzaría a orientar el esférico hacia las inmediaciones del marco de Alberto y Inui probaría su suerte con un remate a distancia.

Los de Euskadi se tornaron todavía más peligrosos al reemplazar su entrenador a un defensor por el hábil extremo Keko.

Una larga internada por la parcela izquierda del lateral Antonio Luna permitió a este acceder prácticamente hasta la línea de fondo, sirvió sin pausa un pase hacia atrás y su compañero Sergi Enrich culminó la jugada, acortando la diferencia en el global de la disputa: 3-2.

Los del Bierzo buscaron durante un pequeño lapso elaborar combinaciones cortas y sacudirse el dominio de sus contrincantes. Este intento se plasmaría en un lanzamiento potente del liberiano William Jebor, que blocaría el arquero Irureta.

Sin embargo, los eibarreses habían entrado en una dinámica de cercar y acechar el portal de sus adversarios. Y así el transalpino Verdi materializaría la tercera diana de la noche. Y además, acto seguido, su colega Keko dispondría de la oportunidad de superar a sus competidores en el total de la eliminatoria, sin acierto.

Aún absorbidos por esta tendencia, los de Manolo Díaz gozarían de alguna que otra ocasión: el luso David Caiado envió un lanzamiento fuerte contra el marco de sus competidores y, por otro lado, se produjo posteriormente la ejecución de una falta con peligro.

Mas el final se preveía apasionante, impresión que se confirmó. El nipón Inui se plantó dentro del área y fue interceptado en el interior de la línea de cal, lo que constituía la señalización de la pena máxima. El penalti lo convirtió en el tanto de la victoria de los anfitriones el especialista Mikel Arruabarrena.

En definitiva, del global de los cuatro tiempos contemplados solamente en uno de ellos se evidenció y demostró la superioridad de uno de los dos equipos, llevándose los otros tres los blanquiazules “a los puntos”: la S. D. Éibar. Esta es, sin duda, la grandeza del fútbol pues hay que aguardar al remate para dilucidar e identificar al triunfador.

ALINEACIONES:

  1. D. ÉIBAR:

Irureta; Ramis, Pantic, Luna, Lillo (min. 59, Keko); Adrián, Barrenetxea; Inui, Etxabaru (min. 45, Verdi), Arruabarrena; y Borja (min. 45, Enrich).

  1. D. PONFERRADINA:

Alberto Domínguez; Alan, Miquel, Camille, D. Seoane (mkin. 80, Casado); Jonathan, Gonzalo Melero; Acorán, Khomchenovskyy (min. 65, David Caiado), Berrocal; y Djorgjevic (min. 67, William Jebor).

GOLES: 1-0 (Borja Bastón, 47′), 2-0 (Sergi Enrich, 62′), 3-0 (Verdi, 73′), 4-0 (Arruabarrena, 85′, de p.).

ÁRBITRO:

El Sr. Clos Gómez. Enseñó tarjetas amarillas a los siguientes participantes: Lillo (min. 27), Irureta (min. 28), Borja (min. 32), Luna (min. 81), Keko (min. 87) y Camille (min. 91). Y una cartulina roja directa, siéndole indicado el camino de los vestuarios, a J. Berrocal.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa de S. M. el Rey, cuyo escenario fue el Estadio Municipal de “Ipurúa”. A presenciar el espectáculo acudieron una cantidad algo inferior a la que representan los habituales aficionados en Liga.

                                                     Marcelino B. Taboada

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