‘2016: UN AÑO NEFASTO PARA LA DEPORTIVA.’
Sin duda, durante el año recién transcurrido la trayectoria del primer equipo de fútbol berciano se convirtió en un camino tortuoso de retroceso, tanto que devolvió al club blanquiazul a la Categoría de 2ª División B. Y ello resultó como corolario a una serie de equivocaciones y actuaciones desacertadas en varias facetas y parcelas de todo tipo. Entre las mismas cabe resaltar, brevemente, algunas cuyo apunte sencillo se realiza a continuación:
– En las postrimerías del primer mes del período anual agotado se produjo la destitución del entrenador, Manolo Díaz. El técnico madrileño (es preciso subrayarlo) fue el que elevó hasta las más altas cotas históricas al conjunto ponferradino. Cuando se le cesó lanzó una premonición cierta: que, si él se iba, el cuadro de la capital del Bierzo descendería al término de la Temporada. Y así sucedió: ni la “dupla” Fabri González-Dani Mayo, ni tampoco la formada por Nistal y Rubén Vega pudieron evitar tal contingencia.
– Otra consideración a contemplar, al hilo de esta idea que vincula la potencialidad poblacional a la representatividad en las Competiciones del “deporte rey”, se resume en la situación real que le correspondería (hipotéticamente) a la Ponferradina. Existen ciudades importantes, de mayor abolengo por combinación de masa social y popular, que no disponen actualmente de una participación material en la División de Plata del balompié nacional: Ourense, Salamanca, León, Burgos, Logroño, Santander, Alicante…, en lo que respecta a cabeceras de provincia, e incluso otros núcleos densamente poblados – l´Hospitalet de Llobregat, Sabadell, Terrassa, Móstoles, Cartagena, Badalona, Jerez de la Frontera, Alcalá de Henares, Fuenlabrada… – que no militan ni se hallan en ninguna de las disputas de las dos Ligas Profesionales. En este sentido, es preciso reseñar que Ponferrada ocupa el puesto n.º 110 en el último ranking demográfico conocido.
No contentos con la despedida del técnico aludido al principio, y sin demasiada diferencia
temporal, se anunció la salida del habitual goleador brasileño: Yuri de Souza. Si a esta incidencia añadimos un relativo malestar provocado en los vestuarios y, al remate de la campaña, la “espantada” de la mayoría de los efectivos con que se contaba anteriormente (por el abandono forzado de la Categoría o por un rendimiento insuficiente), la renovación prevista topaba con un obstáculo apreciable: la dificultad de compenetración, conjunción e integración a protagonizar por un “míster” con un buen bagaje en la División de Bronce: Manolo Herrero. Su contribución no se transformó, no obstante, en algo positivo y notable, por lo que sería invitado a rescindir o dejar sin vigencia su contrato. Sin embargo, su sustituto – Pedro Munitis – no ha desarrollado todavía una dilatada labor ni se ha distinguido por sus éxitos extraordinarios.
– Y, conforme a lo expresado, se da otra característica de tinte no excesivamente halagüeño. Con una plantilla cerrada, adaptada al toque de balón y con una calidad evidente, la conclusión es clara: no se asimila a la clase o concepción del juego del cántabro, netamente defensivo, alejada de los perfiles más comunes a los componentes de su plantel. Esperemos que, por lo menos, la concreción de dos fichajes indispensables (un mediocentro de banda derecha imaginativo y organizador y un delantero con capacidad y efectividad anotadoras) solucione la escasez comprobada de remates precisos y aumente así el porcentaje de tantos por partido disputado.
– Hay actualmente también diversas notas o hechos que juegan en contra de las pretensiones de los rectores y fuerzas deportivistas asociadas, en general: la fortaleza inquietante de nuestros eternos rivales provinciales (C. y D. Leonesa) y, en menor medida, el lento resurgir del Club Racing de Santander. Ello reduce, por tanto, las posibilidades o hasta podría complicar la consecución de una plaza en los “play off” de ascenso.
– Y, ya como epílogo, no conviene olvidar que Alejandro Chavero y Dinu Moldovan han recibido ofertas o se encuentran en la órbita de otras escuadras que mejorarían aspectos claves en su carrera profesional, relativos a compensaciones económicas, deportivas, en concordancia con sus perspectivas de futuro…
La lección es inmediata: la falta de aprovechamiento de elementos válidos de la cantera es, desde hace demasiados años, una de las carencias relevantes del fútbol base de nuestro entorno cercano (que se centra, de modo sustancial, en el club más señero y laureado de la comarca).
Nuestros maravillosos deseos – al objeto de que el año 2017 mejore las expectativas señaladas o simplemente esbozadas y demostrativos del permanente cariño a la familia blanquiazul – sirvan a los efectos de procurar concitar ilusiones, anhelos compartidos y consensos amplia y colectivamente beneficiosos.
Marcelino B. Taboada