La Deportiva, tras perder sin remisión ante la U. D. Almería, se sitúa a solamente dos puntos del descenso
Los almerienses, gracias a esta su primera victoria “a domicilio” en todo el Campeonato, salen de los lugares complicados y con riesgo de la Tabla. Se colocan a simplemente un punto de los blanquiazules y les superan en su particular y específico “goal average” (fundamental en caso de empate final en la Clasificación). En cambio, los bercianos insisten en poner una incertidumbre creciente en torno a su mantenimiento en la Categoría y, sobre todo, generan múltiples inquietudes por su escasa eficacia y mala trayectoria reciente. Y es que la segunda vuelta liguera de la “Ponfe” es manifiestamente mejorable y no augura demasiadas alegrías.
Los andaluces dominaron a lo largo y ancho de todo el encuentro, y no cedieron en su afán goleador ni en su pretensión de imponerse mediante un mejor juego y una mayor calidad individual, en general.
El choque se inició de un modo suficientemente expresivo puesto que ya se intuía en los comienzos que los foráneos se encontraban más cómodos y convenientemente dispuestos sobre el terreno de juego. Y el marcador se abrió en los primeros compases: apenas transcurridos los tres minutos de la contienda, el interior argentino Juan Ramírez adelantó a su equipo en una jugada afortunada para los suyos. El lateral izquierdo Dubarbier avanzó y su servicio hacia el área rebotó en un defensor y el portero local. La pelota llegaría a poder del mediocentro visitante que conectó un remate – con su pierna izquierda – al fondo de las mallas.
A partir de aquí, en contra de lo esperado, los anfitriones se mostraban incapaces de poder cambiar el signo de la disputa. Y, en el minuto 7, el bigoleador Quique González tuvo la opción de ampliar la ventaja. Se encontró, sin embargo, con la oposición del cancerbero Santamaría en un “mano a mano”, resultando ganador del reto el navarro.
En el minuto 15 el liberiano William Jebor protagonizó una especie de oportunidad para lograr la igualada, a pase del faberense Adán Gurdiel. Y, en el minuto 17 y por destacar algo, un cabezazo del tinerfeño Acorán – “a saque de esquina” de Casado – acabaría en las manos del guardameta extremeño Casto.
La inepcia de los ponferradinos era palmaria, lo que demuestra su poca capacidad de crear opciones claras: la que abría la reducida serie se produciría en el minuto 28, cuando un disparo “a media vuelta” del zaguero Raíllo fue despejado “a trancas y barrancas” por el defensa contrario Morcillo.
En el minuto 32 los rojiblancos incrementarían su distancia en el luminoso. Un centro nuevamente de Dubarbier fue completado exitosamente por el ariete Quique.
El intervalo postrero de este período inicial no se caracterizó por el movimiento en lo que respecta a la iniciativa ofensiva de ambas escuadras y, de este modo, se encararía el tiempo de descanso con el enfrentamiento deportivo casi decidido.
Tras la reanudación de la competencia las notas observadas hasta entonces continuaron plenamente vigentes. Los jugadores de Gorosito semejaban desarrollar y practicar una concepción del juego más acertada. Sus contragolpes dejaban en evidencia a la retaguardia de los del Bierzo, que eran desbordados con frecuencia.
Y, en el minuto 58, acaeció lo previsible: establecían los foráneos lo que era un marcador que reflejaba con rotundidad lo sucedido. Un pase de Michel, desde el flanco izquierdo de su ataque, fue aprovechado por Quique (que efectuó el tiro contra el portal de sus oponentes con su zurda) y elevó el tercer tanto al electrónico.
En el minuto 77 Casado botó una del conjunto de faltas que lanzó, sin suerte. El balón fue a poder del guardameta de los albirrojos.
Y es más (min. 79): no demasiado más tarde, el buen arquero Santamaría salvaría lo que pretendía a esas alturas constituirse en un tanteador exagerado. Una contra, que cogía reiteradamente desprevenida a la zona derecha de contención de sus adversarios, de Dubarbier la culminó Juan Ramírez. La oportunidad parecía clamorosa y fácil de transformar, pero la excelente intervención del meta de sus contrincantes conjuró el peligro.
Y, a menos de diez minutos de la conclusión (min. 81), el portugués David Caiado alcanzó a materializar el tanto de la honra de los de “Fabri” González. Dispararía con su pierna buena -”la zurda” – beneficiándose de un rechace, en forma de rebote, procedente de un defensa de sus rivales.
Poco hay que contar en un resumen de este encuentro, pues el planteamiento del técnico argentino se mostró más adecuado que el del lucense “Fabri”, los integrantes del once berciano deambulaban por momentos sobre el césped sin concierto y hasta un sector reducido del público asistente se manifestó en un sentido negativo y disconforme por la deriva que parece consolidar una Deportiva dubitativa.
ALINEACIONES:
S. D. PONFERRADINA:
Santamaría; Raíllo, Alan, Manuel Pavón (min. 51, Djordjevic), Casado; A. Gurdiel, Jonathan, Andy, Acorán (min. 73, David Caiado), Khomvhenovskyy (min. 56, Pablo Infante); y William Jebor.
U. D. ALMERÍA:
Casto; Michel, Esteban Saveljich, Ximo, Morcillo, Dubarbier; Lorenzo Reyes, José Ángel (min. 85, Fran Vélez), Juan Ramírez (min. 83, Soriano), Quique; José Pozo (min. 72, Iván Sánchez).
GOLES: 0-1 (Juan Ramírez, 3′), 0-2 (Enrique González, 32′), 0-3 (Enrique González, 58′), 1-3 (D. Caiado, 81′).
ÁRBITRO:
El Sr. Arias López, del Comité cántabro. Amonestó con tarjetas amarillas a Jebor (min. 40) y Pablo Infante (min. 88), en el bando local; y a José Ángel (min. 38), por el lado opuesto.
INCIDENCIAS:
Partido correspondiente a la 34ª Jornada de la Liga Adelante, cuyo escenario fue el Estadio “El Toralín” de Ponferrada. A los graderíos acudieron unos 6.002 espectadores (conforme al recuento oficial).