‘Pronósticos económicos para Europa y el mundo, antes y después del “Brexit”, conforme Eurostat’ (I)

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Ciertamente, en el área occidental capitalista, las mayores inestabilidades se centran en dos países con el mayor nivel de desempleo: Grecia y España.

En estos dos miembros de la Unión Europea la reciente crisis “generalizada” ha originado e incrementado tres problemas que amenazan con socavar las bases de la democracia: el aumento de las desigualdades sociales, el adelgazamiento de la clase media y los “recortes” injustificados en el Estado del Bienestar incipiente. Sin embargo, de lo que aquí trataremos es de las previsiones relevantes (informe del invierno de 2.016), a modo de Eurobarómetro analítico de lo que se adivina en clave de futuro.

CUMBRE "ESPAÑA-PORTUGAL"

ANTES DEL “BREXIT” (2.015):

Entre los parámetros a considerar se hallan cinco de los principales y decisivos: nivel de paro, crecimiento económico (Producto Interior Bruto), inflación, balanza de pagos (por cuenta corriente) y déficit público (esperado y/o impuesto).

En lo que respecta al desempleo, los únicos integrantes de la Zona euro, que se encontraban duplicando aproximadamente los registros (o superándolos excesivamente), los Estados helénico (25,1%) y español se “descuelgan” peligrosamente en relación a sus socios correspondientes.

EL PARO (último dato homologado)

En cambio, en el otro extremo (con una situación cercana al “pleno empleo”, descontando la tasa de reemplazo, contingencias y demás), los grandes favorecidos resultan ser: Alemania (4,8%), República Checa (5,3%) y el Reino Unido (5,2%).

En perspectiva global hay que considerar como naciones con notable capacidad de atracción laboral a los Estados Unidos (5,3%) y, sobre todo, a Japón (3,4%).

El crecimiento de la economía, entre los diferentes actores nacionales, se distribuye con una apreciable variabilidad: en el lado positivo, destacan: Irlanda (6,9%), Malta (4,9%), Luxemburgo (4,7%), República Checa (4,5%), Rumanía (3,6%), Suecia (3,6%) y Polonia (3,5%), por lo que afecta al Viejo Continente. No obstante, en cuanto a volumen e impulso, sobresale – mundialmente – el gigante chino (6,9%).

Dentro de la banda opuesta, con nulo o precario desarrollo anual, cabe referirse a Grecia (0%), Finlandia (0%) y “ex-aequo” Austria y Japón (ambas con un avance pequeño, del 0,7%), amén de Italia y Estonia.

U. S. A.

La inflación está controlada, en un marco de estagnación anterior, por lo cual apenas varían los precios en el espacio denominado “zona euro” y, asimismo, con igual incidencia en el área de la Unión Europea (0,0%). Por otra parte, en los EE. UU. y Japón la evolución de la inflación señala un bastante leve repunte.

LA BALANZA DE PAGOS (Sector exterior):

Los agentes más activos y beneficiados son: Netherlands (10,4% del P. I. B.), Alemania (8,8%), Dinamarca (7,1%), Eslovenia (6,9%) y Hungría (5,0%). En un ámbito mayor y planetario, el mejor y tradicional importador es Norteamérica (-3,3%) y uno de los primeros comercializadores y exportadores continúa siendo Japón (2,7%), según volumen y actividad manufacturera y productora.

DINAMARCA

EL DÉFICIT PÚBLICO:

Se ha ido convirtiendo, en la etapa inmediata pasada, en el prioritario “caballo de batalla” de los economistas y entendidos del sistema. En el Ejercicio ya rematado, los incumplidores con la regla no escrita de “disminución a ultranza de esta variable” se corresponden y asocian con Grecia (-7,6% del P. I. B.), España (-4,8%), Gran Bretaña (-4,4%), Portugal y Croacia (-4,2%). En este aspecto llama poderosamente la atención la relativa importancia con que se contempla este dato en EE. UU. (-4,2%) y Japón (-5,1%), menos disciplinados.

En las antípodas, con superávit en las cuentas públicas, nos sorprenden los siguientes componentes del club europeo: Alemania (+0,5%), Estonia (+0,3%) y Luxemburgo (+0,2%), que atraviesan una etapa envidiable en este sentido.

SUECIA

En un próximo capítulo pasaremos a relatar la prognosis efectuada y concerniente al bienio 2.016-17, cuyas señas de identidad se podrían resumir de este modo: lento despegue de la economía universal, lucha contra la deuda pública y otros factores de riesgo y uniformidad en la senda indicada y trazada por el “neoliberalismo”.

                                                                              Marcelino B. Taboada

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