Una Deportiva de “nuevo cuño” derrotó al hasta entonces líder
El triunfo se pudo inclinar hacia cualquiera de las dos escuadras y la suerte sonrió al final a las huestes locales. De todos los modos, lo más destacable y novedoso es la mudanza positiva y sensación esperanzadora que contagió el conjunto blanquiazul: se empleó con mayor intensidad, su implicación fue encomiable y la mejoría en su juego relevante (si lo comparamos con el practicado en ocasiones precedentes).
De esta manera se constató que el problema era también psicológico y de moral, por lo que es de aguardar que el punto de inflexión – tras la llegada del relevo en el área técnica – se haya alcanzado y la progresión ya sea creciente.
Hasta que se completó el intervalo inicial de tanteo, apenas diez minutos, la igualdad fue evidente y la falta de opciones de alterar el marcador notoria. Tal vez los cántabros dominante un poco más, simplemente.
E, instalados en el tramo que transcurría hasta la media hora, se imponían las líneas de retaguardia respectivas sobre los atacantes y las oportunidades no eran claras o más bien inexistentes. Únicamente, por detallar algo, cabe reseñar un lanzamiento a puerta desde la frontal de un jugador visitante. Su envío, no peligroso, fue despejado por la zaga y, por último, atajado por el cancerbero rumano Dinu Moldovan.
Y el resto tampoco brillaría por la cantidad de ocasiones de batir el portal contrario. Sin embargo, el dinamismo en el ritmo y las alternativas y elaboración de jugadas lo convertían en entretenido y agradable para el público. En el minuto 38, además, un pase oportuno – dirigido para el remate del grancanario Héctor Figueroa – fue interceptado por un atento y espabilado Iván Crespo.
En resumen, en este primer acto, los equipos preparados por el ex-entrenador deportivista Ángel Viadero y los que ha tomado, como adecuada solución, el tándem Pedro Munitis-Gonzalo Colsa demostraron ser de lo mejor de la categoría, por lo que respecta a su calidad global.
Una vez retornados de los vestuarios el guión apenas varió. Y, de hecho, durante el cuarto de hora inicial de esta reanudación, las aproximaciones no llevaron riesgo alguno a las áreas. Seguidamente empezaría a sucederse un rosario de intentos de obtener algún tanto. Así, en el minuto 60, un cabezazo del blanquiverde Samuel Llorca es detenido por el guardameta Dinu. Y en el minuto 63, en sentido opuesto, un centro medido del almensillense (hoy fuera de su posición habitual) es culminado con un disparo de Figueroa, saliendo rozando el poste.
Y, en el minuto 74, sí que se consiguió alterar el resultado en el electrónico. El escurialense Alejandro Chavero empalmaría el balón, procedente de un avance por la banda de Abel Moreno y su servicio correspondiente buscando un compañero. El tiro potente del madrileño, raso y difícil de conjurar, se coló al fondo de las mallas.
La alegría estuvo a punto de truncarse y ser efímera. En el minuto 76, un disparo – desde media distancia – del lateral argentino Leonel Bontempo se encaminó a impactar con el palo del marco de Dinu (que se confió en exceso sobre la trayectoria de la pelota).
Tras este susto el conjunto montañés adelantó sus efectivos y se volcó en pos de lograr el empate. No eran, no obstante, los defensores de los anfitriones a permitir muchas posibilidades de alcanzar la igualada. En el minuto 87 el arquero Dinu paró un disparo de Dani “Torito” Aquino. En contraposición y reacción, Héctor Figueroa efectuó un estupendo “chut” que neutralizó meritoriamente Iván Crespo.
Y, en el período de añadido o alargue, no se movió el marcador sencillamente por casualidad. Hasta tres veces pudo suceder tal contingencia:
En primer lugar, el lateral derecho Adán elaboraría una jugada personal y su ejecución encontró a Iván Crespo, en perfecta situación. A continuación Dani Aquino no consigue conectar con el cuero y, en una segunda concesión, uno de los capitanes santanderinos – Mikel Santamaría – no acierta en la definición. E, instalados en la postrer apuesta del envite, sería uno de los reemplazos elegidos por los foráneos – Óscar Fernández – quien mandaría el esférico a la cepa del palo (con el agravante de que el efecto imprimido lo obligó a salir escupido por la línea de fondo).
En conclusión, un choque se presenció esta tarde – en la capital del Bierzo – de los que gustan a la afición. Y los ponferradinos se reconciliaron con sus incondicionales y extraordinarios socios y simpatizantes.
- D. PONFERRADINA:
Dinu; Adán, Fuster, Gonzalo, Xisco; Menudo (min. 73, Núñez), Cidoncha; Abel Moreno, Héctor Figueroa, Chavero (min. 84, Nacho López); y Rayco (min. 72, Caiado).
RACING CLUB DE SANTANDER:
Iván Crespo; David Córcoles, Samuel Llorca, Mikel Santamaría, Leonel Bontempo (min. 82, Coulibaly); Álvaro Peña, Sergio Ruiz; Laro Setién (min. 52, Caye Quintana), Héber Pena (min. 73, Óscar Fernández); César Díaz y Dani Aquino.
GOLES:
1-0 (A. Chavero, 74′).
ÁRBITRO:
El Sr. Carlos Sánchez Laso, del Comité extremeño. Enseñó cartulinas amarillas a Chavero (min. 9), Cidoncha (min. 63), Raúl Fuster (min. 63) y Núnez (en la prolongación), en cuanto al equipo berciano; y a Héber (min. 20), Córcoles (min. 24), Álvaro Peña (min. 42) y Mikel Santamaría (min. 66), entre sus rivales.
INCIDENCIAS:
Partido correspondiente a la X Jornada de la Liga Regular de Segunda División B, de su Grupo I, disputado en el Estadio Municipal de “El Toralín” de Ponferrada. Se registró una entrada más que aceptable (conforme al recuento oficial, 4.540 asistentes). En los graderíos se apreciaba un grupo numeroso (de casi 300 seguidores), venido de la región cántabra.
Marcelino B. Taboada
Autor del Post
