LA LENGUA GALLEGA EN NUESTRA COMARCA
Breves nota sobre su enseñanza en El Bierzo:
Es preciso situar la realidad actual respecto a sus antecedentes cercanos, pues ello explica en cierto modo la situación presente. En el plano cultural hay que retrotraerse al año 2001 a fin de encontrar los primeros movimientos de colaboración efectiva Xunta-Junta. Algo más tarde, en el año 2002, tras una reunión en Villafranca del Bierzo entre los entonces Presidentes de ambas Instituciones – los Sres. Fraga y Herrera – se plasmaron unos acuerdos con un contenido bastante amplio y surgiría casi inmediatamente (en el campo del impulso cultural privado) la Comisión “Martín Sarmiento”, al objeto de velar y reivindicar ante las susodichas Administraciones públicas llevarlos a cabo en la práctica. Sin embargo, aparte de ciertos actos típicos esporádicos a cargo de grupos o colectivos de diferentes ámbitos, lo único que quedó como digno de una continuidad necesaria fue el Programa de enseñanza del gallego en El Bierzo y Sanabria. Ya en el año 2016, se complimentó un Protocolo de colaboración dedicado fundamentalmente a la enseñanza. En síntesis, la Junta abonaría y dotaría de personal a los Centros docentes y, en cambio, la Xunta proporcionaría tanto los materiales didácticos como también aseguraría la formación y reciclaje del profesorado. Además, se estableció “de facto” un encuentro anual en el que se pusieran en común la evaluación, la progresión y las propuestas de mejora en el plano académico y de implantación. Se celebraron ya recientemente, por tanto, las que han representado las IX Jornadas “Martín Sarmiento” a tal menester. En este cónclave político-pedagógico y funcional se demandó la validación de los cursos de primaria impartidos con el Celga 1, a la vez que se constató nuevamente que la introducción de la LOMCE había desplazado en algún contexto la materia de gallego a un horario nada habitual o que tenía que competir con otros espacios o actividades pseudoextraescolares (informática y/o conocimientos con un atractivo notable). Por otro lado, a mayores, se ejemplificaba tal aseveración con un caso ilustrativo (en el que el alumno era impedido de acudir a sus clases debido a su imposibilidad de desplazamiento). En conclusión, se trataba de buscar una justificación a la disminución de alumnado en Secundaria – y, sobre todo, en Bachillerato – en el aprendizaje de este idioma minorizado en la comarca. Otros datos llamativos aluden a la no solicitud de la lengua gallega en un contorno tradicional (C. R. A. de Vega de Valcarce) o la perspectiva de concesión, en sentido inverso, de la inclusión novedosa de la misma entre las materias ofrecidas en el C. R. A. de Cubillos del Sil (por decisión de la Comunidad escolar).
Una contribución adicional a resaltar, gracias a una iniciativa programada por la Consellería de Educación, se sustancia en la participación – convertida en habitual – de unos 150 escolares bercianos en una visita-excursión a los efectos de complementar su aprendizaje con el acercamiento a elementos patrimoniales, culturales, turísticos, tradicionales,… en lugares adecuados o genuinos de la propia Galicia.
Las “Xornadas” organizadas por la Comisión “Martín Sarmiento”:
Las novedades de esta reunión, ya institucionalizada anualmente desde el año 2014, se reducen al comentario de pormenores sin apenas trascendencia. A pesar de ello, el anuncio de implementar cursos de gallego “on line” (los tan consabidos Celgas y, ante todo, el socorrido y recabado en oposiciones: Celga 4) no se prevé que suponga una repercusión notoria en el sistema de estudio. No obstante, si coincidiera el período de pruebas con el oficial en enseñanzas regladas, es probable que interfiriera con el nivel C1 de las Escuelas de Idiomas. Y ello a causa de que, en el curso actual, se contabilizaron diez alumnos presenciales… ¡y nada menos que 52 en la modalidad de libres! De todos modos, la ventaja de estos últimos es su doble convocatoria: junio y septiembre.
En cuanto al ascenso en cifras, es preciso considerar que el incremento fue permanente (hasta sobrepasar el millar de estudiantes) hasta el curso 2014/15. A renglón seguido, se estabilizaría el registro alcanzado en un entorno alrededor de las mil matrículas.
Los datos recientes, y últimos de los que se dispone, son los siguientes en total: conforme a confirmación oficial, en este cuso 2016/17, 768 alumnos estaban inscritos en la fase de infantil y primaria, 150 en las edades de secundaria y bachillerato y 53 más (51, según los números de la E. O. I. de Ponferrada) en su modalidad presencial.
En lo que atañe al profesorado, las informaciones de la Dirección Provincial de Educación son escasas. Por tanto, solamente se basará el cálculo en una impresión subjetiva: una docena de docentes son el grueso de los que he acumulado referencias y alguno, tal vez, se me escapará de la relación subjetivamente aportada.
Los Centros – dependientes de la Administración educativa – en los que, previa demanda voluntaria, se acoge en el “curriculum” (en calidad de optativo) el gallego, se transcriben a continuación:
C. E. I. P. “V Angustia”, de Cacabelos; C. E. I. P. “San Ildefonso”, de Camponaraya; C. R. A. de Carucedo, C. R. A. “Jimena Muñiz”, de Corullón; C. E. I. P. “Compostilla” (Ponferrada), C. E. I. P. “Jesús Maestro” (Cuatrovientos), C. E. I. P. “Virgen del Carmen” (La Placa), C. E. I. P. “Vicente García Yebra” (Ponferrada), C. R. A. de Puente de Domingo Flórez, C. E. I. P. M.ª Lisa Ucieda, de Toral de los Vados; C. E. I. P. de Toral de Merayo, C. E. I. P. “San Lorenzo de Brindis”, de Villafranca del Bierzo. Y, en otros niveles superiores, el I. E. S. “Bergidum Flavium”, de Cacabelos; el I. E. S. “Martín Sarmiento”, de Villafranca del Bierzo, los I. E. S. “Europa” y “Virgen de la Encina” – los dos sitos en Ponferrada – y la Escuela Oficial de Idiomas (ubicada en la capital berciana).
En otro sector de cooperación interadministrativa, da la impresión que ambos Gobiernos autonómicos no están por la labor: rehabilitación y creación de un Centro referencial en la Casa Natal de Fray Martín Sarmiento, traslación de las buenas intenciones integralmente al mundo de la comunicación, certámenes folklóricos o promocionales,… (que han caído en una casi absoluta inacción o saldados mediante actos sin una visión omnicomprensiva).
El caso específico de la Escuela de Idiomas de Ponferrada:
Por lo que se cohonesta con este tema, he de subrayar que las apreciaciones son de “primera mano”, al haber sido estudiante en este excelente Centro. Recuerdo que, antes del inicio del curso 2014/15, se retornó el importe del precio público de matrícula a los inscritos y admitidos al no lograr el mínimo de alumnado exigible. Pues bien, quizá si se hubiera empleado una mayor flexibilidad ampliando el plazo de la susodicha matrícula, se hubiese evitado tan desagradable contingencia. Ahora bien, la tesitura planteada no es mimética en la comparación de gallego vs. portugués. En primer término, creo que ninguno de ambos idiomas tiene por ahora visos de desaparecer. Cabe patentizar, no obstante, lo sugerido por los porcentajes disímiles (en función de la condición del estudiante) al respecto de otras lenguas extranjeras, lo que se sustanciaría en la conclusión significativa de que el gallego “se sale de la norma”. Es decir, que este no guarda analogía con los otros idiomas restantes, en cuya composición la proporción de candidatos libres es residual. Sin embargo, si contamos el global de presentados a examen o calificación final, la cifra es similar a cualquier otra opción (excepto el inglés, el que goza de mayor demanda, por razones obvias). Sirva como explicación de lo manifestado, la secuencia registral (entre paréntesis, matrícula oficial/libre): 2014/15 (total: 105, 61/44), 2015/16 (127, 61/66), 2016/17 (149,51/98). En consecuencia, sopesados los datos, la lengua gallega no debería “correr peligro” alguno. Tampoco el portugués, pues su deriva es esperanzadora: 2014/15 (65, de ellos 5 en calidad de libres), 2015/16 (76 y 5, respectivamente) y 2016/17 (65 y 8, también respectivamente).
Más contundentes y halagüeñas se muestran, en principio, las últimas cantidades de preinscritos: 14 en gallego y 15 en portugués (a día de hoy, conforme a recuentos superactualizados). Soy lógicamente optimista sobre estos dos idiomas, de idéntico tronco común y enraizados en una minoría social berciana.
Finalmente, es indispensable pensar que la tesitura de suspensión, eliminación o clausura de un grupo tiene su motivo por no sumar la demanda un contingente suficiente de alumnos (fijado, tendencialmente, en los dos dígitos). En argumentación inversa, la exigencia administrativa a fin de dotar de profesorado no es de recibo (precisamente cuando se da una desproporción sumamente apreciable entre oficiales y libres). La propuesta entyonces, de establecer un mínimo grupal de simplemente seis o más asistentes a clase, adquiere carta de naturaleza.
Apuntes personales y/o anecdóticos en torno a la señera figura de D. Antonio Fernández y Morales:
A mi modesto saber y entender, distinguiría esquemáticamente tres facetas incontrovertibles de nuestro imprescindible personaje, ligadas a otros tantas parcelas:
a) una perspectiva histórica, ilustrativa de una época del siglo XX y basada en connotaciones idiosincráticas (festividades, costumbres, tradiciones, labores agrícolas, tiempos de ocio, romerías, vicios y defectos, así como virtudes populares,…). Otra nota axial se inserta en el compendio, catálogo o repertorio de su obra fundamental: “Ensaios poéticos en dialecto berciano”. Su valor lexicográfico, e incluso filológico dialectal, es más que relevante (excepcional).
b) Ya el hecho de escribir en gallego, un par de años antes que la incomparable e irrepetible Rosalía, le otorga una posición preeminente. Pero su dominio de la técnica poética demostrado, su extensa panoplia de recursos versificadores, la composición adecuada de sus estrofas, la utilización del habla y vulgarismos de forma magistral y su dominio de la sátira, sarcasmo e ironía fina (a dosis oportunas), amén de su formación filosófica, literaria, religiosa, militar,… le confieren un carácter peculiar y sorprendente.
c) Otros rasgos, no tan palmarios aunque compongan un retrato con cierta semejanza a las cualidades esenciales del autor, se asimilarían a su ideología liberal vanguardista (si bien se mitigarían sus planteamientos a medida de avanzar en el transcurso su devenir vital), su receptividad a las premisas de un movimiento vigente en el conjunto de su andadura (asimilación o entendimientos esporádicos con varios prohombres representativos del romanticismo, vgr.: Mateo Garza, Gil y Carrasco,…), su proyecto político liberal (vinculado a su tierra, proponiendo iniciativas de futuro),… Y, todavía en un aspecto muy peculiar y hasta singular, pienso que Fernández y Morales es un precedente del regionalismo moderno, que alcanzaría un parcial y progresivo protagonismo en el siglo XIX. Su sentimiento intrínsecamente berciano, primordialmente, así nos lo da a entender en múltiples alusiones: “nunca se olvidaba de su patria chica” y “volvía, cual infante que anhela su madre nutricia, afectiva y que se halla en sus radicales orígenes”.
Marcelino B. Taboada