En un choque matinal celebrado en un campo de césped artificial (al cual les es difícil adaptarse a algunos conjuntos como el ponferradino) los blanquiazules –hoy rosados– sufrieron una derrota no aguardada, en un encuentro cuyo ritmo controlaron durante la mayor parte de su transcurso.

Dominaron los visitantes, a veces con cierta intensidad, y dispusieron de las mejores ocasiones al objeto de variar el registro del marcador a su favor. Mas su falta de puntería y fortuna determinaron que se fueran finalmente de vacío (en este aspecto anotador). Y, además, con un sabor agridulce trufado de fracaso (al perder por la mínima, debido a un error bastante garrafal de la línea de retaguardia en un momento de los calificados de psicológico).

El inicio de la contienda se caracterizó por una lucha cerrada a fin de hacerse con la preeminencia en la parcela ancha de la cancha y unas cautelas defensivas que impedían notablemente crear ocasiones de peligro. Pero, con el decurso del tiempo de juego, los foráneos se mostraban mejor situados sobre la hierba y transmitían unas sensaciones de mayor fiabilidad.

En el minuto 24, después de botarse un saque de esquina abierto, el balón se dirigió hacia el balcón del área y Dani Pichín mandó un fuerte disparo que topó con un zaguero contrario.

En el minuto 26 se produjo una llegada (con riesgo para el portal sansebastianense) de Matthieu, sirviendo una asistencia al lateral derecho Son. Este se internaba e intentaba un pase de la muerte en busca de compañero definidor (sin suerte, ya que repelía el cuero un defensor).

En el minuto 28 era el madrileño Dani Pichín quien efectuaba un centro desde el flanco derecho y el balón se marchó fuera, si bien cercano al poste.

En el minuto 40 el defensa izquierdo sevillano Ríos Reina ejecutó un córner cerrado y la prolongación que se realizó en el primer palo no obtuvo su propósito, al rechazar un zaguero en la misma línea de portería.

A pesar de este carrusel de oportunidades, la contraprestación no llegó (antes todo lo opuesto). En el minuto 44, en sentido inverso, un balón en largo en ataque de los sanseros halló una contingencia imprevisible: un mal cálculo de un defensor y el guardameta Gazzaniga. Ante esta situación, Carlitos se llevó la pelota y la introdujo en el fondo de las mallas.

En resumen, este acto de principio se saldó de forma inesperada y no impartió justicia (en cuanto a los números que se traslucían en los respectivos casilleros).

Retornados ambos equipos de los vestuarios, el guión no se alteró demasiado. Quizá se entró en una fase a través de la cual se patentizó un grado de igualdad y equilibrio relevantes.

En el minuto 50 el delantero Sergio Castel estuvo a punto de ampliar la distancia en el electrónico. No obstante, su testerazo salió relativamente elevado. A renglón seguido, a modo de reacción, Matthieu chutó también por encima del larguero.

En el minuto 60 el capitán y “pichichi” de los del Bierzo, Yuri, enviaba un tiro desde fuera del área y el esférico se iba algo desviado, a la diestra del portal de Irureta.

En el minuto 62 se pudo conseguir poner las tablas en el luminoso, cuando el “carrilero” Son conectó un chupinazo desde el exterior del área. El cancerbero tocó la pelota y esta se estrelló en la cepa del poste izquierdo de su arco.

En el lapso alrededor del ecuador de este período apenas cabe relatar acciones ofensivas reseñables y hubo que esperar a las postrimerías de la disputa para referirlas.

En el minuto 85 la triple opción “deportivista” de lograr un tanto fue evidente, porque ni Jon García, ni Carlos Bravo, ni Míchel Zabaco (sucesivamente) se vieron capaces de perforar la meta de los “franjirrojos”. E incluso todavía no se daba todo por concluido, exponente de ello fueron un remate del habilidoso Yuri (ubicado estratégicamente en el primer palo, a los efectos de aprovecharse de un servicio “a balón parado” desde el córner) sin el acierto preciso y un zurdazo del murciano Isi, en las inmediaciones del pico (uno de los ángulos) del área, que detuvo con su habitual solvencia y por raso– el buen portero Irureta.

ALINEACIONES:

UD SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES:

Xabi Irureta; Borja González, Jota, Bruno Rivada, Iván Pérez; Alejandro Galindo, Pablo Martínez (min. 69, Tena); Carlitos, Agüero (min. 76, Andy Escudero), Sergio Castel (min. 67, Fran Carnicer); y Cristian Perales.

SD PONFERRADINA:

Gianfranco Gazzaniga; Son, Jon García, Míchel Zabaco, Ríos Reina; Saúl (min, 65, C. Bravo), Matthieu (min. 73, Isi), Larrea, Óscar Sielva, Dani Pichín; y Kaxe (min. 57, Yuri).

GOLES:

1-0 (Carlitos, 44′).

ÁRBITRO:

El Sr. Sánchez Villalobos, del Comité andaluz. Amonestó con tarjetas amarillas a Pablo Martínez (min. 68) y Fran Carnicer (min. 72), del once entrenado por Manolo Cano; y a Son (min. 71), del cuadro preparado por Jon Pérez Bolo. Asimismo enseñó tarjeta roja de expulsión al técnico asistente del combinado comarcano, Cali Trueba (a consecuencia de sus airadas protestas, reclamando un posible penalti cometido sobre el ariete y capitán Yuri).

INCIDENCIAS:

Partido correspondiente a la 24ª Jornada del Campeonato nacional de liga de Segunda División B, en su Grupo I, cuyo escenario fue el Estadio Municipal de Matapiñonera (de la localidad de San Sebastián de los Reyes). En los graderíos de observó una nutrida representación de seguidores de la escuadra berciana: una “hinchada” que infundió ánimos en muchos momentos a los suyos y hasta aplaudió la labor global de sus jugadores.

                                                                           Marcelino B. Taboada

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