La Deportiva cumplió con las mejores expectativas y se clasifica para el “play off” decisivo
Ciertamente, el encuentro disputado ayer tarde-noche se saldó con una demostración de igualdad evidente (pudiendo decantarse el triunfo final hacia cualquiera de los bandos en liza).
Así, la nota constante de toda la confrontación se caracterizó por un equilibrio, emoción e intensidad notables, con un ambiente ideal respecto al entorno en que se desarrolló: tanto los comportamientos exquisitos de las respectivas aficiones como las demás condiciones de temperatura, del césped y materiales resultaron las adecuadas. A esta eliminatoria, por tanto, cabe calificarla con una nota destacada.
El choque comenzó con no demasiadas oportunidades a reseñar, si bien la patentizada en el minuto 8 constituyó un susto y un aviso para la retaguardia local. En este caso, el cancerbero Manu García tuvo que emplearse a fondo y solventar un “mano a mano” ante Moyita (resolviendo la situación con una acertada intervención).
El juego permitía que los avances y elaboraciones se produjeran, aunque sin una traslación práctica frente a ambos marcos. Hubo que aguardar ya hasta el minuto 35 a fin de verificar que un ligero mayor dominio de los anfitriones se tradujera en algún riesgo en su faceta atacante. En esta ocasión, una ejecución “a balón parado” –cuyo actor fue el especialista Ríos Reina– adquirió una trayectoria que amenazó el portal visitante (ciñéndose y cerrándose). De todas formas, no alcanzó su propósito.
Casi a renglón seguido, una incursión ofensiva por el flanco izquierdo de Dani Pichín, continuó con un recorte y el envío de un potente disparo que se elevó, por un escaso margen relativo, por encima del travesaño.
Y, rebasado el minuto 45 y en el postrer acercamiento a la portería de los cartageneros antes del ecuador o intermedio, Isi asistió –en una especie de dejada– al susodicho Dani Pichín. Este, en cambio, no definió de un modo efectivo.
Una vez retornados ambos equipos de los vestuarios, consumado el período preceptuado de pausa, el guión no se alteró apenas y los contendientes se reiteraron en sus lógicas pretensiones.
La primera aproximación con peligro procedió de la escuadra albinegra (hoy, no obstante, con su sustitutiva elástica naranja): Cordero conectaba un testerazo, que acababa mandando la pelota fuera.
Además, en el minuto 50 y en el mismo sentido, un tiro con rosca de Julio Gracia –situado este en la línea de vanguardia, en un avance por la izquierda– no logró su objetivo por poco.
El que sí obtuvo el premio apetecido, sin embargo, fue el murciano Isi. “Isinho”, transcurriendo el minuto 57, no se lo pensó: recibió el cuero en la frontal del área y se inventó un zurdazo sencillamente espectacular. El esférico tocó en el larguero y se introdujo en el fondo de las mallas.
No tardó mucho en llegar la reacción de los de la ciudad departamental: en el minuto 60, lo intentó desde el exterior del área Moyita (pero su lanzamiento lo neutralizó el guardameta de los bercianos, Manu García).
Con posterioridad, a título de alternativa, el exculturalista Aketxe (relevo recién ingresado en el once cartaginés) realizó un remate de cabeza apreciablemente desviado. Ello se convertiría, más tarde, en el preludio de lo que pudo ser el empate: el citado ariete, en el decurso del minuto 74, efectuó un chute (materializando un golpe franco directo señalado) y su chupinazo se estrelló en las inmediaciones de la escuadra (cruceta) de la portería rival.
Y aquí, precisamente, terminaron las opciones de los foráneos.
En el minuto 78, el “pichichi” de los ponferradinos –Yuri de Souza– completó una elaboración personal pero marró en su culminación, parando sin problemas el meta de sus adversarios.
Y en el minuto 84, a manera de colofón de una participación a resaltar, Ríos Reina remitió un zapatazo un poco alto.
En resumen, este enfrentamiento deportivo (en sus dos fases recíprocas, a domicilio y en el propio feudo de cada contrincante) nos mostró a dos conjuntos con potenciales parejos, equiparables posibilidades de creación y control del juego y una dosis de calidad contrastada en sus referentes claves. La suerte se inclinó hacia la parcela blanquiazul, en esta tesitura, lo que suele suceder en este tipo de cruces de la promoción de ascenso. Por lo que tampoco sería extraño que, en otras contingencias paralelas, el desenlace se plasmase al revés.
ALINEACIONES:
SD PONFERRADINA:
Manu García; Son, Jon García (M. Zabaco, min. 80), P. Trigueros, Ríos Reina; Isi, Óscar Sielva (min. 52, Saúl Crespo), Pablo Larrea, Dani Pichín; Bravo (min. 70, Yuri) y Kaxe.
FC CARTAGENA:
João Costa; Óscar Ramírez, Moisés, Sergio Ayala, Luis Mata; Vitolo (min. 63, Aketxe); Santi Jara (min. 26, Julio Gracia), Cordero, Moyita, Fito Miranda (min. 67, Igor Paim); y Rubén Cruz.
GOLES:
1-0 (Isi, 57′).
ÁRBITRO:
El Sr. García Busquets, del Comité balear. Amonestó con tarjetas amarillas a Óscar Sielva (min. 32), Carlos Bravo (min. 44) y Manu García (min. 69), todos ellos del cuadro preparado por Jon Pérez, “Bolo”; y, en la parte contraria, a Sergio Ayala (min. 33) y Julio Gracia (min. 86). También sancionó con una cartulina roja a otro integrante de la Efesé –el defensor central Moisés–, a consecuencia de tener que enseñarle el colegiado sendas amarillas consecutivas (justamente en los minutos 66 y 83).
INCIDENCIAS:
Partido correspondiente a la fase de ascenso a la Segunda División A (en su versión relativa a la vuelta de “cuartos”) del fútbol español (Liga 123), cuyo escenario fue un Estadio municipal de “El Toralín”, de Ponferrada. El Coliseo comarcano albergó una entrada magnífica, de casi lleno (el recuento facilitado por el club registró unos 8.362 espectadores en los graderíos, sobre un aforo total de 8.800).
Marcelino B. Taboada