Mentiras y no verdades en el nuevo sistema de pensiones
Mentiras y no verdades en el nuevo sistema de pensiones
Uno siente envidia, y no sana, cuando ve las manifestaciones en Francia para oponerse a la subida de la edad de jubilación a los 64 años. Más cuando aquí nos jubilaremos, si llegamos a los 67 años.
Que el sistema de pensiones en este país siempre ha sido un ‘timo piramidal’ es un hecho que a estas alturas no se puede negar. Diseñado para poder mantener un sistema burocrático y una alta remuneración a la clase política, nadie se plantea que estos deban reducir sus emolumentos para colaborar al mantenimiento del sistema. Claro está, sería la primera vez (casi de la historia) que ‘los que mandan’ meten tijeretazo a sus remuneraciones.
Pero tras analizar la nueva reforma del sistema de pensiones presentada por el Partido Socialista de la mano de su ministro Escrivá, ya no es que se vena una serie de mentiras y no verdades, es que quieren que se trague con ellas sin rechistar porque si no, eres un ‘fascista’, quieres la caída del sistema, quieres que el paro aumente, ….
¿Cómo edulcorar el veneno?
Empezamos con la reforma viendo como ya con el nombre quieren ‘engancharte’, una obligación moral para que no te puedas oponer: ‘Impuesto de solidaridad intergeneracional’. O tragas o los que vengan detrás no podrán disfrutar de la ‘economía del bienestar’.
Pero tras el análisis del texto presentado una frase creo que podría resumirlo todo: ‘Vamos a trabajar más, pagar más para luego cobrar menos’.
Lo primero ya no tiene duda. Hasta los 67 años se eleva la edad de jubilación.
Lo segundo y lo tercero ya exige de una lectura detallada.
Escrivá, de la mano de los sindicatos y con el beneplácito de Bruselas plantea lo siguiente: una reforma de las pensiones que se basa en el aumento de las cotizaciones sociales (impuestos al trabajo), tanto lo que pagan las empresas pro los empleados como lo que estos pagan por ellos mismos. Eso sí, como son progresistas, se las van a subir más a los ricos, a los que más cobran, ya que así se podrán revisar al alza las pensiones con el IPC.
Primera mentira: las bases de cotización se suben a TODOS los trabajadores, no solo a los que más cobran.
Segunda mentira, en este caso, falsa verdad: los que más cobran cotizarán más ya que, hasta ahora, había un tope máximo de cotización al también existir una pensión máxima, con lo cual no se cotizaba más porque no se podía cobra pensión más de un importe. Ahora se quitan ambos topes, cotizarás más pero podrás cobrar una mayor pensión. Eso no es que los que más cobran paguen más, porque al final cobrarán más también. Eso si, por el camino, hasta que se jubilen , el Estado se mantendrá ‘mejor’ de lo que más les cobren mensualmente, aunque luego tengan que devolvérselo vía pensiones. Pero bajo esta premisa, lo que se va a hacer es subir las cotizaciones a TODOS los trabajadores.
Una tercera no verdad es que Bruselas ‘obliga’ a reducir el gasto en pensiones antes del 2030. En este plazo de tiempo, lo único posible sería recortar las pensiones, algo que no hay ni un solo político que se atreva a hacer. Por eso el invento de la segunda mentira. En vez de a 2030, se plantea un horizonte a 2050, esto permitiría seguir subiendo las pensiones anualmente al IPC y apuntalar el sistema a base de que cata trabajador pagase más mensualmente. Si íbamos a pagar subidas de cotizaciones hasta 203 la pasamos a pagar hasta 2050. Basta con sumar lo que pagaremos más en cotizaciones (del 2030 al 2050) para darse cuenta que es otro engaño.
Lo que se presume que ocurrirá es que cobraremos más bruto al año, la empresa pagará más a la seguridad por cada empleado también, pero los rendimientos netos que tengamos sean menores, todo en aras de cobrar una pensión que a este paso, con esta inflación, no llegara ni para malvivir.
¿Qué se huele que pasará? Que esta reforma del sistema de pensiones no será suficiente y, a no mucho tardar, habrá que meter tijeretazo a las pensiones futuras, no a las actuales.