Revelando maravillas antiguas: guía de viaje de Egipto
Revelando maravillas antiguas: guía de viaje de Egipto
Egipto, un estado mayoritariamente desértico al nordeste de África, cuyo territorio abarca también parte del sudeste asiático, conserva aún algunas de las maravillas antiguas más importantes del mundo. A través de sus impresionantes monumentos históricos, donde todavía perduran pinturas, jeroglíficos y momias, los historiadores, egiptólogos y arqueólogos han podido descifrar muchísimo sobre la cultura del Antiguo Egipto. El legado de una antigua civilización está presente en cada uno de sus monumentos históricos, por lo que no es de extrañar que cada año Egipto acoja a miles de viajeros con ganas de aprender y conocer su pasado.
La Enigmática Pirámide de Guiza
Situada en Guiza, en las afueras de El Cairo, encontramos la más antigua de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y lamentablemente, la única que todavía perdura. Se trata de la mundialmente conocida Pirámide de Guiza; llamada también Pirámide de Keops, en honor al Faraón Keops, que ordenó su construcción. Es la más grande de Egipto y la que fue el monumento más alto de la Tierra durante prácticamente 4000 años.
Al igual que el video slot book ra, donde la trama implica ir hasta las tumbas más profundas de las pirámides para obtener el libro misterioso, que contiene todos los secretos de los faraones egipcios, en la Pirámide de Guiza los egiptólogos, arqueólogos e historiadores pudieron adentrarse en su interior y descubrir un nuevo mundo lleno de cámaras, estancias, pasajes e ilustraciones en las paredes, de los que extrajeron valiosa información sobre esta antigua y misteriosa civilización.
Los Magníficos Templos de Karnak y Luxor
Nos trasladamos de la pirámide más alta de Egipto hasta el mayor museo al aire libre del mundo. Situado en el corazón de la antigua ciudad de Tebas, justo en el casco urbano de la ciudad y con vistas al Río Nilo llegamos al acceso principal del templo de Luxor, donde nos recibe es un altísimo obelisco de más de 25 metros de alto y dos enormes estatuas de Pilonos y Ramsés II, de unos 20 metros. De aquí podemos trasladarnos templo de Karnak, que está conectado al primero por la Avenida de Los Esfinges, un recorrido de más de 3 kilómetros flanqueado por 1400 esfinges, de las que se conservan unas 650. Nos faltará tiempo para ver todo lo que aguarda este enorme complejo: el Patio de Ramsés II, la sala hipóstila, el Santuario de Amón-Ra o la Columnata de Amenofis son algunas de las maravillas arquitectónicas que se conservan y que nos hacen cuestionar sus métodos constructivos, dadas las limitaciones de recursos.
Explorar el Valle de los Reyes
Sin alejarnos mucho de Luxor visitaremos esta vez una necrópolis: El Valle de los Reyes, conocido también como El Reino de Los Muertos. Ambos nombres nos permiten hacernos una idea de lo que nos encontraremos en este precioso valle, cargado de arquitectura y arte, que nos transporta al Antiguo Egipto en tan solo unos pasos. Alejado de los poblados, y de los saqueadores, claro, y resguardado por las montañas, aquí encontraron cobijo aproximadamente 63 tumbas faraónicas, aunque probablemente todavía queden algunas por descubrir. Lo que en su momento fue el lugar donde enterrar y proteger los cuerpos y las riquezas de los Faraones y los nobles, como Tutankamón o Ramsés III, es hoy para nosotros un libro abierto. Su existencia nos ofrece mucho conocimiento sobre el pasado, sobre la arquitectura, su arte, sus métodos constructivos y su riqueza, además de ofrecernos una nueva y valiosa perspectiva sobre como entendían la vida y la religión.
Navegar por el Río Nilo
El río Nilo y su delta son, probablemente, las piezas clave en la historia del Antiguo Egipto. La gran mayoría de poblaciones de esta civilización tan antigua y que tanto nos fascina se concentraron en sus orillas, pues el río y su delta eran el oasis en un desierto, nunca mejor dicho. Este era el único territorio fértil, donde se podía cosechar, encontrar agua para beber, un medio de transporte… éste daba a la población todo aquello que necesitaba, por lo que no es de extrañar que toda su historia transcurriera a su alrededor. Si tenemos oportunidad, recomendamos encarecidamente a nuestros lectores que viajen a Egipto que realicen un crucero por el Nilo. En tan solo cuatro días, lo que suele durar esta actividad, el barco nos permitirá visitar cómodamente algunos de los imprescindibles que ya hemos mencionado, como los templos de Karnak y Luxor o el Valle de los Reyes, u otros como el Templo de Hatshepsut, el Templo de Edfu o los Colosos de Memnón.
Conclusión
Podríamos decir que viajar a Egipto es sinónimo de viajar al pasado. Dejamos los libros y los documentales para adentrarnos con nuestros propios cuerpos a sus ciudades para conocer su cultura y sus costumbres y, sin darnos cuenta, visualizamos su forma de vida. Tanto si conocemos mucho de la historia del Antiguo Egipto, como si es algo desconocido para nosotros, visitar sus monumentos y observar las maravillas arquitectónicas que aun se conservan, dejará un impacto perdurable en nuestra memoria.