El Bembibre H.C. perdió en su visita a la pista del Cerdanyola Fenie Energía con un arbitraje selectivo y sibilino
El Bembibre H.C. perdió en su visita a la pista del Cerdanyola Fenie Energía con un arbitraje selectivo y sibilino
El Bembibre H.C. perdió en su visita a la pista del Cerdanyola Fenie Energía por un claro 4-1, en un partido con dos mitades bien diferentes.
Si en la primera parte las locales salieron en tromba y con la suerte de su lado, pusieron las primeras piedras en el camino para las bercianas. Dos llegadas en los primeros minutos del encuentro se tradujeron en sendos goles para el equipo verdiblanco. Valverde tardó cuarenta y un segundos en batir a Tapia, y a los siete minutos, Castro ponía el 2-0, ante el bajo ritmo de juego de las Águilas, que acusaron el viaje.
Con todo el partido por delante, las de Don Carlos Figueroa, intentaron poner una marcha más, pero Solé, castigó con gol, otra llegada local, poniendo el 3-0 a nueve minutos del final de la primera parte.
Pero apareció un inesperado actor secundario, el colegiado Josep Pitarch, quiso aparecer en juego y castigó cualquier mínimo contacto con falta acumulativa, siendo todo un despropósito en su resultado. Su criterio distó mucho de un colegiado razonable, educado sí, pero muy desorientado a la hora de aplicar el reglamento hacia un equipo u otro. El gol de Claudia Sanjurjo a cuarenta segundos del descanso, daba esperanzas al equipo del Bierzo Alto.
Tras el reinicio, la situación de juego cambió totalmente, con un Cerdanyola pertrechado atrás y esperando contragolpear y con el Bembibre, intentando variar la situación de desventaja en el marcador. Aumentó el ritmo de juego pero sus llegadas y disparos no tuvieron éxito.
Pero apareció de nuevo el colegiado, para protagonizar con su pasividad (ahora) la dureza defensiva local. Acumuló ocho faltas el Cerdanyola en la primera parte y solo una, con recital de golpes y zancadillas incluido, en la segunda. No hizo lo mismo con el Bembibre, al que siguió castigando el mínimo roce, llegando a acumular trece faltas, todo un récord negativo para un equipo que intenta minimizar el aspecto de las faltas.
Otra llegada de Valverde a falta de dos minutos para el final, culminó con el cuarto y último gol de un partido, que habría que revisar desde las altas instancias del colectivo arbitral. Toca resetear y esperar al partido ante el Igualada Femení del fin de semana que viene.
Carlos Figueroa: Nuestros primeros minutos han sido horrorosos, con dos llegadas y que nos han costado dos goles. No nos hemos dado cuenta de que debíamos jugar a más ritmo, con pases más rápidos, un poco lo de siempre. Algunas de las jugadoras estaban más pendientes de no hacerlo mal en vez de jugar lo que ya saben. Así nos hemos ido al descanso con un 3-1 que nos daba ánimos para encarar la segunda parte, donde intentaríamos luchar hasta el final.
Hemos mejorado un poco en la segunda mitad, pero hemos puesto más corazón que cabeza. Tuvimos ocasiones de marcar muy claras, pero no las hemos aprovechado. Así, a dos minutos del final, nos han marcado el cuarto y ahí se acabó el partido.
Quiero hacer una mención especial al colegiado, que sinceramente ha estado desastroso. No porque lo haya hecho rematadamente mal, si no porque ha dejado jugar, pero no ha castigado los encontronazos, los golpes contra las vallas, los dos contra uno, no había falta nunca. Su criterio fue castigar en las mismas situaciones a mi equipo pero no al local. Prueba de ello fue que en la primera mitad, ellas han cometido ocho faltas y una sola en la segunda, con todo lo que nos han dado y por todos lados. Una jugada clarísima que bien pudo haber pitado una tarjeta azul o falta directa y no ha pitado nada, solo una falta con barrera, cuando una de mis jugadoras se iba sola de cara a portería. Le he dicho que al menos no diera la oportunidad de lanzar la falta directa, pero nada.
¿Te puedes plantear que en toda una segunda parte, con todo lo que nos han dado, solo haya señalado una falta acumulativa? Mis jugadoras están indignadas, porque parece la tónica general de los arbitrajes que nos están tocando. Toca seguir trabajando y preparar el siguiente partido pero eso sí, apretando los dientes.