Carta abierta del portavoz del PSOE en el ayuntamiento, Olegario Ramón, acerca de la ZBE de Ponferrada y los últimos acontecimientos sobre la ordenanza que la regula

Carta abierta del portavoz del PSOE en el ayuntamiento, Olegario Ramón, acerca de la ZBE de Ponferrada y los últimos acontecimientos sobre la ordenanza que la regula

«Sentémonos y hablemos»

El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada incluyó en el orden del día del Pleno del pasado catorce de mayo la aprobación inicial de la Ordenanza Reguladora de la Zona de Bajas Emisiones. En los días anteriores al Pleno no hubo iniciativa alguna por su parte para hablar con el Grupo Municipal Socialista a fin de encontrar los apoyos necesarios para lograr la aprobación de esa norma. Toda vez que sólo suman doce concejales, entendía que habían negociado con VOX o su voto favorable o, al  menos, su abstención para conseguir que la propuesta saliera adelante. La postura de VOX, partido negacionista del cambio climático, ha sido siempre contraria a las ZBE, por lo que esa opción no era fácil pero creía imposible que una decisión tan importante, de la que, según el equipo de gobierno, podría derivarse la devolución de casi 2,5 millones de euros en ayudas europeas, no hubiera sido negociada y llevada a Pleno con la seguridad de que iba a ser aprobada. Eso es algo de primero en la Escuela Infantil de Política. Pero, por extravagante que resulte, la llevaron a Pleno sin los apoyos necesarios.

En la consulta pública previa el Grupo Municipal Socialista ya formuló la necesidad de que en el caso de que entraran en vigor las restricciones de acceso a la ZBE, por la presencia de altos índices de contaminación, habría que establecer una entrada gradual de esas restricciones, de tal manera que si no bajaban los índices de esa alta contaminación, fueran entrando en vigor nuevas restricciones para lograr bajar esos índices realmente peligrosos de contaminación. Dicha propuesta no fue estimada por el equipo de gobierno.

Cuando se hizo pública la propuesta de ordenanza, en la que no figuraba admitida nuestra propuesta, hicimos público que para apoyarla tendría que recoger necesariamente dos requisitos: su entrada en vigor el 1 de enero de 2026 y, nuevamente, esa entrada en vigor de restricciones de manera gradual para el supuesto de que no descendieran los altos niveles de contaminación. El señor Alcalde reaccionó casi inmediatamente anunciando que no aceptaban ni una ni otra petición. En las siguientes semanas no recibimos ni una sola llamada del Equipo de Gobierno para hablar sobre la aprobación de la ordenanza.

En el Pleno de 14 de mayo hicimos un último intento de llegar a un acuerdo. Nuestras propuestas para ese acuerdo eran básicamente las siguientes:

– entrada en vigor de las posibles restricciones a partir del 1 de enero de 2026 en lugar del 1 de diciembre de 2027.

– establecer como índices de referencia para la entrada en vigor de las restricciones de acceso a la ZBE los límites aprobados como muy peligrosos por el Informe sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa, aprobado en abril de este mismo año.

– entrada sucesiva de restricciones cuando se alcancen esos niveles muy peligrosos de contaminación: el primer día no se permitiría el acceso a los vehículos sin etiqueta, si se mantuvieran los índices muy peligros el segundo día no se permitiría el acceso de los vehículos con etiqueta B, y el tercer día sin reducir esos índices no podrían acceder los vehículos con etiqueta C y además el transporte público sería gratuito para incrementar su uso.

Estas propuestas fueron nuevamente desestimadas por el Equipo de Gobierno y por VOX en ese Pleno.

De acuerdo con los informes técnicos que el equipo de gobierno acompañó a su propuesta, la entrada en vigor de las restricciones es una posibilidad remota en nuestra ciudad. Por lo tanto, con nuestra propuesta nos estamos curando en salud fijando medidas para una situación en la que la salud de la población estaría seriamente en riesgo con la premisa de que las posibilidades de que se alcancen esos límites son muy escasas. El Sr. Alcalde dice una y otra vez que Ponferrada no es Pekín para justificar que no admitan nuestras propuestas. En realidad lo que quiere decir el Alcalde es que en Pekín los índices de contaminación son infinitamente más altos que en Ponferrada. Eso evidentemente es así, pero los límites de contaminación muy peligrosos son los mismos en cualquier lugar del mundo. Esto significa que mientras las restricciones de acceso en Pekín son una necesidad permanente, en Ponferrada sólo se adoptarían de manera completamente excepcional.

Recientemente el Equipo de Gobierno ha vuelto a decir que no va a asumir ninguna de nuestras peticiones y que, como consecuencia de todo ello, tendremos que devolver 2,5  millones de euros y además entrará en vigor una ordenanza mucho más restrictiva. Si eso fuera así, es evidente la enorme irresponsabilidad del gobierno de Ponferrada al no admitir unas aportaciones completamente razonables e, incluso, imprescindibles. Lo que dice el equipo de gobierno es que si llegamos a los índices de contaminación altamente peligrosos para la salud sólo adoptarán la medida de no dejar acceder a la ZBE a los vehículos sin etiqueta. ¿Pero qué ocurre si con esa medida no se consiguen rebajar esos índices?. Según la propuesta del equipo de gobierno nos aguantamos, no se toma ninguna medida adicional y se mantienen una situación de grave riesgo para la salud de nuestra ciudadanía. Por el contrario, nuestra propuesta dice que si se mantienen esos índices altamente peligrosos se deben adoptar nuevas medidas para conseguir rebajarlos y proteger la salud de nuestras vecinas y vecinos.

Aún estamos a tiempo de enfocar el tema con un poco de  cordura. Señores del PP y de Coalición por el Bierzo, sentémonos y hablemos.

Olegario Ramón Fernández.

Portavoz del GMS en el Ayuntamiento

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