La Audiencia Nacional ha condenado a dos años y medios de prisión al ex responsable de Relaciones Corporativas de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Pedro Farré, por gastar 40.000 euros de la corporación en clubes de alterne, según informa el diario El Mundo.
El que también fue jefe de la oficina Antipiratería y del Gabinete de Presidencia por su estrecha relación conTeddy Bautista, declaró que sus gastos se debían al «agasajo corporativo» a clientes de la SGAE y a«personas de especial relevancia social y artística».
José María Vázquez Honrubia, juez Central de lo Penal, no cree estas alegaciones de Farré debido al testimonio de los dueños de los prostíbulos. Éstos describen meticulosamente «que Farré frecuentaba su local, que tomaba e invitaba a copas a todas las chicas. Siempre cogía un camerino (reservado habilitado y utilizado para realizar prácticas sexuales). Entraba a las cinco de la tarde con chicas y salía a las seis de la mañana del día siguiente, consumiendo copas, champán y cambiando de chicas con frecuencia […] Alguna vez había ido con otros, y éstos acababan marchándose y se quedaba él solo con las copas y las chicas».
Asimismo, Farré alegó estar trabajando al afirmar que en esos locales «se reproducía música y podía realizar labores profesionales tendentes a preservar los derechos de autor». El juez considera «puramente disparatado» este argumento, así como que el ex responsable de Relaciones Corporativas de la SGAE señalara que realizaba foros, presentaciones universitarias, reuniones con partidos y seminarios «con cuyos asistentes acudían al lugar de los hechos al concluir» ya que «debían ser agasajados en la habitación del prostíbulo, donde se serviría la cena y las bebidas».
Más sentenciados
En la primera sentencia relacionada con el caso SGAE, se condenó a un año a Ricardo Azcoaga, ex director financiero de la entidad, por encubrir los delitos de Farré.
La sentencia de la Audiencia Nacional es recurrible. El juez ha rechazado la petición del abogado de la defensa, Jacobo Teijelo, de anular la causa por tener su origen en una filtración de un ex agente del CNI que supuso la intromisión en los datos personales del acusado.
La defensa de Farré presentó este hecho como maniobra del Estado para desprestigiar a su cliente ante la posibilidad de que tuviera documentos comprometedores.
Facua