Opinión: Llegan las alertas estridentes de emergencias: ¿Valen para algo?
En Castilla y León han estrenado este domingo las alertas de emergencias, en concreto en las provincias de León y Palencia.
El domingo día 9 de diciembre a las 9 de la mañana, día en el que muchas personas aprovechan para dormir un poco más porque su trabajo se lo permite, a alguien se le ocurrió la brillante idea de mandar una estridente alerta de emergencias a miles de personas (hay que recordar que la alerta suena aunque esté en modo silencio o no molestar) presagiando el fin del mundo: riesgo extremo por nevadas en la montaña (en invierno, ¿en serio?), aviso rojo en la cordillera Cantábrica de León y Palencia. Osea, en el mismo centro de El Bierzo. O no.
En Ponferrada llevamos casi todo el día con un sol radiante mezclado con unas pocas nubes blancas sin más. Y aún así, a las 13 horas, todos los móviles sonaron casi al unísono, como si del aviso de una guerra nuclear se tratara. Fue “divertido” ver como a esa hora los bares estaban llenos de gente y comenzó esa particular sinfonía.
Más allá de lo anecdótico de este tipo de alarmas, me da que pensar en la alerta en si: ¿en pleno siglo 21 no tienen capacidad para predecir con más exactitud este tipo de cosas u otras que puedan ocurrir? A la famosa Dana me remito… Aquí mandan alertas EXTREMAS de nieve con un día de sol radiante y en Valencia avisan de fuertes riadas cuando el agua ya subía casi un metro.
Seguramente en la cordillera Cantábrica si haya nevado, cosa rara en invierno (véase la ironía). Pero para una nevada “normal” de invierno, ¿hace falta montar semejante follón y más a esas horas?.
En esto, una vez más, pasará lo de siempre: el cuento del lobo… que viene el lobo, que viene el lobo, y cuando viene de verdad nadie se creerá nada. Esto, una vez más, es España.