[Crónica] Pleno al 15: Sanidad mortuoria obliga
Finalmente, el Ayuntamiento de Ponferrada ha aprobado en tres votaciones diferentes una serie de inversiones y gastos limitándose a partidas que se prorrogan de los presupuestos últimos aprobados. En las dos primeras votaciones no hubo votos en contra. En la tercera, el P.S.O.E. ha apoyado al co-Gobierno contra el parecer del resto de la oposición. Después, la iniciativa del P.S.O.E. (que contaba con el apoyo explícito de CxB) no se ha llegado a debatir.
De las diversas maneras en las que la aritmética obliga a consensuar la política municipal ponferradina (con un total de 25 concejales de 7 partidos), hoy había anunciada en voz baja una jugada de escoba: P.P. (7), P.S.O.E. (6) y CxB (2), se preveía, sacarían sumando 15 adelante[highlight] la propuesta registrada por Olegario Ramón al respecto de la modificación de crédito con cargo a los remanentes de Tesorería[/highlight]. Al final, dicha votación ni siquiera se ha producido, pues el socialista ha retirado la petición de introducir dicho asunto por la vía de urgencia cuando ha sido informado por parte de la interventora del ente municipal de que el expediente no estaba todavía completo (las obras que se listen deben contar con su preceptiva indumentaria de informes favorables) y, por tanto, dicho debate se ha descartado. Ha sido el revés para Olegario Ramón, que en la primera parte de la sesión Plenaria de hoy ha dado la cara para apoyar el menos popular de los tomos de la trilogía de inversiones en la que el Equipo de Gobierno de Gloria Fernández Merayo y Pedro Muñoz traía dividida a consideración del Pleno una propuesta financiera.
El debate ha sido fluido. Todo comenzó con Tarsicio Carballo, del P.R.B., que ha asegurado que las tres votaciones venían por separado al Pleno gracias a que él había presentado y luego retirado una enmienda para que fuera así en forma y tiempo. Desde CxB, Pedro Muñoz le ha reprochado a Carballo que la enmienda era ilegal y que Olegario Ramón y Samuel Folgueral le habían «conminado» a retirarla. Muñoz ha hablado incluso de «retrasos malintencionados», palos en las ruedas del carruaje del co-Gobierno «para echar la culpa» de los impagos.
Las dos primeras votaciones tuvieron por objeto cubrir el pago de gastos ya realizados, en el segundo caso, y las subvenciones, en el primero, a oenegés y asociaciones vecinales, culturales y deportivas cumpliendo el acuerdo que el Ayuntamiento tiene con ellas. Todos los concejales han convenido en la necesidad de ayudar al tejido asociativo del municipio y en que estas transferencias debieran haber sido hechas antes pero difirieron en las formas: mientras que CxB insistía en que las partidas venían ya en los presupuestos y que, por tanto, era absurdo haber votado en contra de ellos y quejarse del retraso, tan perjudicial para las asociaciones, la oposición apelaba a la falta de capacidad negociadora de Gloria Fernández Merayo y su equipo para sacar adelante unos presupuestos y la necesidad de votar estos pagos por separado. «No es culpa de la oposición», decía Rosa Luna, si los «presupuestos se presentan sin consenso». Samuel Folgueral volvió a recordar que durante los 2 años y medio de mandato en los que estuvo al frente se aprobaron 3 proyectos de presupuestos diferentes, lo que el líder de U.S.E. definió como un «récord». Ricardo Miranda, del P.P., entendió que si todos estaban a favor, el debate se sucedía porque «hay quien tiene mala conciencia y se está defendiendo [de haber votado que no a los presupuestos y a la modificación de crédito que incluía estas partidas]».
La segunda de las votaciones también avanzó con un debate rápido y fue aprobada sin votos en contra.
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En la tercera de las votaciones, se presentaban una serie de inversiones con las que el P.S.O.E. dijo no estar de acuerdo al completo pero que, dado que se presentaban así en tiempo y forma, sin posibilidad de desmenuzar más el objeto de las votaciones, votarían que sí por responsabilidad.
Olegario Ramón ha vuelto a justificar su negativa a apoyar los presupuestos en que este texto, «que no estaba negociado con nosotros», rememoró, traía consigo un aumento de deuda municipal de 5 millones de euros (que la Alcaldesa reducía, en la práctica a sólo 2 al restar 3 del remanente de Tesorería dedicados a deuda). En la votación de hoy, «hay consignaciones que sí son urgentes», dijo el líder de la oposición, que sentenció: «han de hacerse». En estas inversiones hay gastos en el cementerio para reparar por razones de salubridad los techos de algunos nichos, tal y como marca una nueva ley, y otras partidas calificadas por el líder del P.S.O.E. como de «movilidad urbana». Pedro Muñoz, que ya elogió el empuje institucional de Olegario Ramón cuando este presentó su propuesta de consenso para los remanentes, ha dicho hoy del líder del P.S.O.E. que la suya era una explicación «sólida y creíble de un voto a favor» y que «la ciudad debería agradecérselo».
Entre Pedro Muñoz y Miguel Ángel Fernández, portavoz de Ponferrada en Común (que votaría en contra), se dio un breve pero no por ello falto de firmeza debate ideológico. Muñoz había cuestionado que, metafóricamente, el hormigón tuviera «color político» (en referencia a gastos previstos en el área de Medio Rural para calles que todavía son de barro y en las que habrá obras para que reciban un gris firme en concreto); Fernández tomo el guante retórico y se lanzó a defender la creación de una brigada de obras pública que se hiciera cargo de esa y otras obras para evitar tener que recurrir a empresas privadas, concursos mediante, en lo que, en su opinión, debía ser una actividad operativa mínima de la administración pública y además más económica. Muñoz, en respuesta, presumió de gozar de un buen nivel de actividad pública de ese tipo en Medio Rural, «por ejemplo en desbroces», señaló; y dijo que le encantaría contar con una brigada todavía mayor.
«Parece que estamos en campaña», dijo Rosa Luna, de Ciudadanos, a quien Pedro Muñoz espetó: «tú, como no vas a ir…». Luna hizo caso omiso y cargó contra Olegario Ramón diciendo que era «injustificable» decir que por los 5 millones de deuda se había votado que no a los presupuestos y que se apoyara la propuesta de hoy.
Samuel Folgueral anunció que ellos votarían que no «por coherencia» antes de que la Alcaldesa diera la palabra de nuevo a Ramón, que se mostró favorable a organizar mejor la brigada de obras en el futuro pero que las partidas de la modificación tenían, insistió, «urgencia», por ejemplo en lo relativo a la «sanidad mortuoria» (dijo en referencia a los gastos en la necrópolis del Montearenas). «Algunos no tenemos», dijo, «enemigos personales» ni «líneas rojas» que traer al Pleno, dijo el socialista; que insistió en nombre de su grupo: «no traemos a la política enemistades personales», justificando así su alianza hoy con el P.P. de Gloria Fernández Merayo y CxB de Pedro Muñoz.
La Alcaldesa explicó que el tercer tomo de inversiones venía así organizado debido su lugar en la contabilidad (eran obras nuevas que iban todas en un mismo capítulo diferente a las anteriores, que estaban ya comenzadas). Merayo asrguró que de no aprobarse hoy, viernes, las partidas para la oficina del A.R.U., este mismo lunes se perderían las subvenciones de la JCyL al respecto de ese plan rehabilitación de viviendas. La Alcaldesa justificó la tardanza en traer estas u otras inversiones a consideración del Pleno en que se habían rechazado los presupuestos y en que las «deudas de la corporación que nos precedió impidió hacer inversiones antes», dijo despertando risas en U.S.E. de Folgueral y los suyos.
La suma de síes dio un 15 a favor y el Pleno se propuso encarar la propuesta de Olegario Ramón sobre los remanentes de Tesorería, pero la interventora dio al traste con las intenciones del portavoz socialista, que esperaba liderar una mayoría de 15 él mismo, al informar de que el expediente no estaba completo todavía. El remanente quedó, pues, pendiente; la nueva mayoría de 15, estrenada.
El Pleno no llega a debatir la propuesta de Ramón para los remanentes
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