El retrofuturismo va a llegar (a Ponfe)

La plaza Fernando Miranda acogerá la segunda edición de la M.S.P., la feria «Mecánica Steampunk Ponferrada». La estética «steampunk», un movimiento que experimenta las formas con las que nuestros antepasados imaginaron el futuro, tendrá su epicentro el la conocida plaza ponferradina del 29 de marzo al 1 de abril. Se celebrarán diversos talleres, exposiciones y actividades teatralizadas (incluyendo visitas a los museos de la ciudad) de previsible interés para locales y turistas.

Simpáticas y chistosas chisteras y gorras de aviador, prendas de cuero marrón con ornamentos hechos con doradas ruedas dentadas y alfileres y, por supuesto, chismes, cachivaches e inventos que desbordan la imaginación: ¿pasado o futuro?: «Steampunk».

Ponferrada celebrará durante la Semana Santa la segunda edición de la feria «Mecánica Steampunk Ponferrada» (M.S.P.). Tendrá lugar en la plaza Fernando Miranda y espera volver a tener una buena asistencia, incluso mejor que la del año pasado, cuando, según la Concejal de Turismo, María Antonia Gancedo, visitaron la feria turistas provenientes de muchas partes de España. Se tratará de un acontecimiento de estética «Steampunk», una peculiar y llamativa moda que prueba a llevar a la práctica, hoy, los modelos que en los primeros compases de la industrialización se plantearon, entonces, como futuribles. Es decir: el movimiento Steampunk consiste en (entre otras cosas) vestir tal como los de ayer dijeron que vestiríamos mañana, por lo que dicha vanguardia estética se basa en el conocimiento de la historia y en la imaginación capaz de desbordar el presente.

Para Gancedo, Ponferrada es un muy buen escenario para esta feria, más en este año 2018 en el que, con motivo del centenario del Ponfeblino, la época industrial y del ferrocarril están en la agenda. Para la concejala, este movimiento novedoso que combina tradición y conservación del patrimonio con actividades nuevas supone una revisibilización de esta época, poniendo así en valor una estética y unos espacios culturales de los que la ciudad debería estar orgullosa por su importancia -en referencia al Museo del Ferrocarril. La responsable de turismo aseguró que de acuerdo con los datos de su departamento, la feria del año pasado atrajo una cantidad significativa de visitantes provenientes de las dos grandes metrópolis del país (Madrid y Barcelona) y también de regiones como Cantabria, Galicia o Valencia.

La previsión de estas visitas se hace al alza, pues, según Ana Lena, la coordinación de los «amigos» del retrofuturismo en Ponferrada con colectivos afines en otras partes de España ha continuado durante todo el año tras la primera edición de la feria en 2017 y cabe esperar que las visitas a otras actividades similares realizadas tengan su vuelta del 29 al 1 en la capital berciana. Con un considerable movimiento en redes sociales, se espera de nuevo una gran repercusión dentro del movimiento Steampunk de cara a que una parte de Ponferrada emerja de los compases de la ucronía para mostrarse vestida de una forma muy original durante las celebraciones de Pascua.

Para Nicolás de la Carrera, el Steampunk provee una imagen atractiva, optimista y con un toque romántico del industrialismo nutrida de imaginación. La imaginación es el vapor de la maquinaria de este movimiento y de ahí que, además de las exhibiciones de todo tipo, el mayor enganche de la feria vayan a ser los talleres y los concursos planteados para fomentar el alma creativa de mayores y pequeños. Entre los concursos, destaca el de inventos retrofuturistas, en el que se habrá de aportar una pieza de estética retrofuturista con el conveniente pliego explicativo de su función y funcionamiento. El condensador de flujo de la imaginación de cada cual, dio a entender Ana Lena, ha de ser la principal pieza del constructo de cada uno. Entre los talleres habrá de maquillaje, ropa, legos, literatura o de los imprescindibles monstruinstrumentos. Para todos ellos, la capacidad de entrever el futuro habrá de mezclarse con el conocimiento histórico del pasado.

El movimiento retrofuturista tratará de ganar adeptos en Ponferrada, en la plaza Fernando Miranda, del 29 de marzo al 1 de abril mediante su simpática mezcolanza de imaginación del porvenir y conocimiento de la historia, por lo que la capacidad de crear objetos, inventos y estéticas del mañana con los cánones del ayer de todos los ponferradinos será puesta a prueba. El futuro, que es el presente que será, se mostrará en sus formas pasadas, en cómo los de antaño imaginaron lo que iba a llegar. Ese legado de futuro antiguo, ese precipitado de la imaginación pasada, florecerá durante unos días en El Bierzo para que lo pongamos en marcha y veamos a dónde podemos llegar con él. O a cuándo.

Tres consejos para no perderse (en el tiempo) con el «Retrofuturismo»

«Retrofuturismo» es el nombre bajo el que se agrupa una estética que imita los modelos (diseñados en lo que ahora es el pasado) de lo que pensaban que sería (su) futuro. Es decir: es como si dentro de 200 años se estudiara nuestra producción cultural (películas por ejemplo) de carácter futurista y pusieran en práctica esa estética.

Generalmente se asocia a la llamada Época Victoriana, el nacimiento, por decirlo así, del capitalismo industrial en la Inglaterra del XIX. El «steam» de la voz «Steampunk» se refiere al vapor, que de aquella era la fuerza sobre la que se iban montando los engranajes de las maquinarias que conformarían el mundo industrial que conocemos. Otro gran icono del progreso es el zepelín, primer medio de transporte de masas aéreo. Un zepelín realizando un viaje interestelar o un tren de vapor yendo a la velocidad de la tormenta podrían ser (hoy) iconos retrofuturistas.

Al ser un ejercicio de imaginación (del futuro) realizado en el momento de (casi) nacimiento de la industria moderna, las posibilidades vistas al desarrollo de los inventos de la época son casi infinitas. De ahí que sea una estética desbordante, que explora innumerables posibilidades, entre cómica e infantil a nuestros ojos y decididamente optimista. Y muy guay, pues a todo el mundo le gustan los zepelines.