En un encuentro jugado “de poder a poder” la suerte sonrió a una Deportiva ligeramente superior
Aunque el primer período resultó netamente igualado y sumamente competido, en el segundo acto los locales se mostraron relativamente con mejores argumentos. Por tanto, “a los puntos” merecerían finalmente ganar por la mínima.
El choque se inició con la lógica fase de tanteo, en la que cada uno de los contendientes procuraba imponer su ley, controlar el ritmo de juego y manejar los tiempos. Ninguno de ellos lo conseguiría y, además, no se generaban apenas ocasiones de peligro cierto.
La primera de las oportunidades se hizo esperar y coincidió con un servicio del zaguero granate Nacho Lorenzo para Romay. Este, situado en una buena posición en el segundo palo, no acertó a concretar positivamente.
Como respuesta proactiva, en el minuto 35, Yuri asistiría a su compañero Son. Este colocaría un pase atrás (“de la muerte”), que se paseó por el interior del área sin hallar rematador alguno.
Alternativamente, en el minuto 39, era Borja Domínguez quien ejecutaba un lance “a balón parado”. El balón saldría fuera.
Poco más cabe colacionar antes del intermedio sino la sensación de que ambos equipos evidenciaban una relativa fortaleza defensiva y fiaban la mayor parte de sus opciones al dominio del centro del campo.
Tras retornar al césped, una vez completada la pausa preceptiva en los vestuarios, dio la impresión que los blanquiazules ponían más empeño, amparados también en una animosa grada.
Sin embargo, inauguró las contadas acciones ofensivas que restaban un componente del conjunto granate: Pedro Vázquez lanzó un chute potente, a modo de latigazo, que exigió una intervención notable de Gianfranco Gazzaniga (blocando con algún apuro).
En el minuto 56, en sentido inverso, se produjo la elaboración personal de la contienda (a enmarcar): el murciano Isi recibía la pelota, se internaba con celeridad entre adversarios, recortaba dentro del área y mandaba cruzado el cuero al fondo de las mallas. Era entonces el “delirio” de un graderío entregado.
En el minuto 67 se estuvo a punto de ampliar la ventaja. En esta tesitura, Pablo Larrea probó fortuna, disparó (rebotando el esférico en Dani Pichín, más bien imprimiéndole continuidad con la espuela). Esta última contingencia no fue suficiente al objeto de coger por sorpresa a un atento Edu.
Y, a partir de este momento, los pontevedreses intentaban responder con acercamientos que no llegaban y combinaciones que solían acabar abortadas por sus contrincantes.
En definitiva, se apreció esta tarde a dos escuadras con potenciales parejos y la victoria favoreció al contendiente que acumuló más dosis de entusiasmo (aunque no por demasiado margen, en contundencia atacante).
ALINEACIONES:
SD PONFERRADINA:
Gianfranco Gazzaniga; Son, P. Trigueros, Míchel Zabaco, Ríos Reina; Dani Pichín (min. 78, Jorge García), Óscar Sielva (min. 83, Matthieu), Pablo Larrea, Isi; Kaxe (min. 89, Bolaños) y Yuri.
PONTEVEDRA CF:
Edu Sousa; Nacho López, Nacho Lorenzo, Víctor Vázquez –“Churre”–, Kevin; Borja Domínguez, Romay (min. 80, Javi Pazos); Adrián León, Pedro Vázquez; Berrocal (min. 70, Arruabarrena) y Álvaro Bustos (min. 65, Álex González).
GOLES:
1-0 (Isi, 56′).
ÁRBITRO:
El Sr. Miguel Sesma Espinosa, del Comité riojano. Amonestó con tarjetas amarillas a Óscar Sielva (min. 37), Pablo Larrea (min. 38), Dani Pichín (min. 76), Yuri (min. 87), Kaxe (min. 89) y Gianfranco (durante la prolongación), en el bando de los anfitriones; y a Víctor Vázquez (min. 18), Borja Domínguez (min. 50) y Pedro Vázquez (min. 76), respecto al conjunto entrenado por Luis Miguel Areda (Luismi).
INCIDENCIAS:
Partido correspondiente a la 29ª Jornada del Campeonato nacional de liga de Segunda B, en su Grupo I, cuyo escenario fue el Estadio Municipal de “El Toralín” de Ponferrada. En dicho recinto se congregaron unos 4.610 espectadores, conforme al recuento oficial comunicado.
Marcelino B. Taboada