La Águilas del Bembibre H.C hacen historia al proclamarse subcampeonas de la primera edición de la Copa Princesa de Asturias
La Águilas del Bembibre H.C hacen historia al proclamarse subcampeonas de la primera edición de la Copa Princesa de Asturias
Las Águilas no consiguieron vencer en la final de la primera edición de la Copa SAR Princesa de Asturias, al caer ante el H.C.Mataró por 2-1. Si algo ha quedado claro es la entrega de un equipo que se dejó hasta la piel sobre la pista madrileña del José Caballero, tanto en la semifinal ante el anfitrión como en la final. Las jugadoras bercianas jugaron mermadas físicamente, no sirva como excusa pero sí como atenuante. Pía, Sara y Majo, estaban con distintos problemas físicos que impidieron rendir plenamente y eso lo notó el juego del equipo. No pudo vencer a un conjunto que en la semifinal puso un equipo y en la final, bajó jugadoras de la primera categoría. Hasta ahí se puede leer, a buen entendedor pocas palabras y que cada lector saque sus conclusiones.
Un gol tempranero de Olga Juanola, cuando apenas habían pasado dieciocho segundos, trastocó el plan de partido. Una combinación desde el centro hacia la izquierda y devolución perfecta de la bola, salvando la estirada baja de Majo, elevando lo justo la esférica para meter gol. El golpe lo acusó el Bembibre HC, siendo dominado por las rivales, que combinaban con comodidad y tenían una serie de oportunidades, que Majo, si pudo despejar. Se recompuso el equipo berciano, encontrando el modo de jugarle al Mataró, pero llegó el fin de la primera parte.
En el reinicio, todo cambió, un Bembibre dominador, buscando con ahínco la portería, ocasiones de Pía, Claudia, Mili, Juanita e incluso Sara, que fueron abortadas por una inmensa Junca, portera del Mataró. Las catalanas jugaban a la contra, con peligro, pero había orden en las defensas bercianas. Pero tras un cambio, se perdió la bola en una jugada que aprovecharon las amarillas para lanzar una rápida contra de dos contra Claudia, que acertó en su primera defensa, pero el rechace lo recibió en ventaja Laia Sanz, que batió por encima a Majo. El 2 a 0, no hizo sino empujar todavía más al equipo de Bembibre, empujado por cerca de un centenar de aficionados que se acercaron a Alcobendas.
Con diez minutos, las Águilas se volcaron literalmente sobre el área rival, cercando y obligando a poner el autobús al Mataró. Otra serie de oportunidades de una mermada Pía, que lideraba el ataque como podía, Juanita, Mili, todas querían batir a Junca. Pero sería Claudia, quien desviase un lanzamiento lejano de Juanita, para que la bola entrase a media altura, poniendo el 2 a 1 a falta de cuatro minutos para el final. El Mataró lanzando contras y jugando largas posesiones, el Bembibre defendiendo con más corazón y arañando la bola de los sticks de sus rivales. Entró en escena parar el juego, lograr segundos de oxígeno para un acosado equipo catalán, ante la permisividad arbitral, que nunca equilibraron las decisiones en jugadas iguales. Todo valió para cortar el ritmo de juego de las Águilas, que no tuvieron más tiempo, muriendo en la orilla, pero con la cabeza erguida y enseñando que en el Bierzo, también hay hockey de calidad. El equipo fue recibido por la afición a su llegada al pabellón Manuel Marqués, entre aplausos y ovaciones.
Carlos Figueroa: el gol tempranero no ha sido el verdadero lastre, el de verdad ha sido no contar con Pía al cien por cien, que jugó a un quince por ciento. Esto lo hemos notado mucho durante todo el partido, porque es la jugadora que más peligro crea y ocasiona jugadas para el resto. Creo que con Pía en condiciones normales, no sé si hubiéramos ganado o no, pero seguro que hubiéramos competido muchísimo más y metido algún gol más. Llegamos muy forzadas a todas las jugadas, y las jugadoras han notado que no eran capaces de ayudar en la consecución de un gol. Así ha sido todo el partido, trabajar e intentar crear ocasiones, pero no hemos creado todas las que solemos hacer.
Oportunidades falladas: hemos tenido muchas ocasiones, no tantas como en otros partidos pero no fuimos capaces de meter gol. Junca es una portera de primera categoría y nuestros disparos lejanos deben ser tocados para desviar la bola, como fue el gol de Claudia. Era la única manera de ponerla en problemas. Nos costó mucho porque Pía no era capaz de acercar la pelota a posiciones de peligro y desde ahí, buscar una segunda opción, como pases al poste largo o cosas entrenadas. Ha costado porque nos hemos encontrado un equipo de la máxima categoría, el Mataró de la semifinal, no es el mismo que el de la final. Me marcho contento por lo que he visto, trabajo, lucha, entrega de todas las jugadoras. Pero descontento porque vienes y cuando llegas a la final, quieres ganar.
Árbitros: hoy han estado muy desiguales, es decir, había un árbitro que solo nos pitaba a nosotras. Sin embargo, en el lado contrario, no pitaba lo mismo. A nosotros nos castigaba con una falta acumulativa y a ellas, les pitaba una falta normal, en las mismas situaciones. Por eso me he quejado, porque en diez segundos, la misma jugada nos señalan acumulativa y a ellas nada. Me he enfadado y le he preguntado a ver qué pasaba, si había dos baremos de arbitraje. Porque al otro árbitro no me he quejado nada de lo que ha señalado, al ser igual para ambos equipos. Incluso nos ha señalado a diez segundos del final, una acumulativa que les ha dado a ellas un respiro, el justo para continuar jugando agrandando el campo. Ha caído Pía en el área y no ha parado el juego, pero ha caído una jugadora del Mataró en el otro lado y enseguida paró el juego. Era muy desigual el arbitraje.
Lección para el equipo: ha sido una gran lección sobre todo para las pequeñas, que ya les dije que sería la primera de muchas que han de venir. Me queda mal sabor de boca, porque pienso que podía haber exprimido las cualidades de una o de otra, pero cuando juegas a éste nivel, con un título de por medio, ya miras por el resultado. Las pequeñas han jugado bien, dando minutos de descanso y con buenas acciones, y en ese aspecto, me voy orgulloso y contento de todo el equipo.