La Deportiva alcanzó su primera victoria de forma agónica, cuando ya se había rebasado el tiempo de juego concedido, y rodeada de polémica.
El encuentro se hallaba envuelto indiciariamente en el malestar evidente, por parte de la afición, y justificado en los malos resultados y el no cumplimiento de las previsiones que se anunciaron al principio de la Temporada. En estos compases iniciales de competición, la verdad es que todavía los blanquiazules no han evidenciado la clara superioridad que se les presume.
El choque comenzó con un lógico intervalo, caracterizado por la indecisión por lo que respecta a la toma de control y de dominio. De cualquier modo, hasta aproximadamente llegar al meridiano de la primera mitad, los habitualmente “verdecillos” – con pantalón blanco – ofrecían una sensación de mayor peligro y de equipo bastante compacto. Además, la táctica empleada por “Rafa” Sáez se confirmaba y consolidaba como bastante efectiva y adecuada en función del ritmo establecido.
En el minuto 7 se inauguró la sucesión de ocasiones para marcar y resultó ser el cuadro foráneo el que intentó un lanzamiento desde las inmediaciones del área. El actor se correspondía con el ex-deportivista Mateo Míguez. El esférico, tras encontrar el cuerpo de un defensa en su trayectoria, salió a córner.
En el minuto 12, al contrario, la opción la crearía el yeclano Juanto. Realizó un regate, se introdujo dentro del área mas su disparo fue atajado por el destacado cancerbero Alberto Domínguez (que militó durante la pasada campaña en el club berciano).
En el minuto 14 casi se altera el tanteador a favor de los vigueses: Pedro Vázquez, que gozaría de varias oportunidades, ingresó en el interior del área, remató raso pero un buen guardameta local – Olmedo – pararía la pelota.
En el minuto 23, otra vez Pedro Vázquez protagonizó un lance de riesgo para el portal ponferradino. Conectó un cabezazo, situado en el primer palo, y el joven portero Olmedo efectuó en este caso una estupenda intervención y atajó el cuero.
En el minuto 33 el ensayo, a modo de tiro entre los tres palos, fue del asturiano Camochu. Esta acción obligó a reaccionar con acierto al joven meta toledano.
En sentido opuesto, transcurriendo el minuto 34, un centro reseñable de Rayco hacia Cidoncha no consiguió su objeto al interponerse en su progresión un siempre atento Alberto.
En el minuto 41 Cidoncha envió un testerazo con dirección al marco rival. El balón se marchó ligeramente desviado, próximo al poste.
Y, en el minuto 43, el capitán de los visitantes – Alberto Gª – se encontró en una situación comprometida, debiendo rechazar un remate que iba con destino a las mallas de su propio portal.
Una vez completado el intervalo de descanso preceptivo, los anfitriones buscaron cambiar la dinámica de la disputa. Y se desarrolló, a través de un lapso notable, la novedosa tendencia: los jugadores de Manolo Herrero se dedicaron entonces a poseer el balón, aunque adolecían de una cierta capacidad ofensiva y anotadora. Aún así, los acercamientos se iban produciendo (si bien “a cuentagotas”).
En el minuto 48, Alberto se la jugó ante Juanto y, gracias a su decisión y colocación, impidió que su red se viera perforada.
En el minuto 61 cabe subrayar una primorosa combinación entre Juanto y Rayco, a pesar de que un zaguero adivinara y se anticipara a la pretensión del grancanario.
Finalizada esta fase la contienda se equilibró de algún modo. Y, en el minuto 67, Pedro Vázquez – en una especie de tercera y última suerte errada – encañonó al borde de la frontal del área y su “chut” se fue fuera.
En el minuto 79, por el otro lado, Rayco diseñó un tipo de vaselina, trató de sobrepasar al arquero de sus contrincantes y su tiro se encaminó hasta irse “rozando el larguero”.
En el minuto 83 el que había significado el relevo reciente en el once del Bierzo, el luso David Caiado, sacaría un excelente zurdazo que escupiría el travesaño. Esta contingencia espoleó a los blanquiazules, que se precipitaron en pos del triunfo. La ansiedad, asociada a este objetivo, no auguraba demasiado fruto. Mas, en las postrimerías, se impuso “la ley de la aleatoriedad” en el fútbol.
El Colegiado estimaría que se debían adicionar tres minutos en la prolongación. Se agotaron y se señaló un saque de esquina. Se botó y lo ejecutó Adán. Se formo un “lío” alrededor del área pequeña, con una posible carga o infracción antirreglamentaria infligida al guardameta Alberto Domínguez. Las protestas se desataron a continuación y el juez de la competencia decretó amonestaciones, en un encuentro en el que se contabilizaba exclusivamente una hasta entonces.
En definitiva, un controvertido epílogo se desencadenó y, en el fragor de las protestas, la conclusión derivó en algo inverso a lo que ya se entendía que terminaría “en tablas”: un empate justo, si se sopesan los méritos acumulados por ambos rivales, se transformó en un rosario de lamentaciones e imprecaciones proferidas por la mayoría de los integrantes de la plantilla derrotada en circunstancias confusas.
ALINEACIONES:
S. D. PONFERRADINA:
Olmedo; Adán, Raúl Fuster, Gonzalo, Xisco; Andy, Jonathan (min. 46, Chavero); Pastrana (min. 46, Héctor Figueroa), Rayco, Cidoncha; y Juanto (min. 64, Caiado).
CORUXO F. C.:
Alberto D.; Campillo, Villarejo, Josu, Alberto Gª; Fernando Beltrán, Pedro Vázquez (min. 84, Pibe); Antón, Camochu, Mateo M. (min. 88, Caloi); y Hugo Sanmartín (min. 75, Quique Cubas).
GOLES: 1-0 (H. Figueroa, 93′).
ÁRBITRO:
El Sr. José Alberto Pardeiro Puente. Amonestó con tarjeta amarilla a Quique Cubas (min. 89), de la escuadra “olívica”. A raíz de la concesión del tanto postrero enseñó cartulinas también a sus compañeros Camochu, Alberto Domínguez y Pibe. Por reiterarse en sus reclamaciones “airadamente” obsequió con un cartón rojo a Mateo Míguez, tras dar por concluido el enfrentamiento deportivo.
INCIDENCIAS:
Partido correspondiente a la 4ª Jornada del Grupo I de Segunda B, presenciado por unos 3.643 espectadores (conforme al registro oficial), en tarde calurosa. Se guardó en los prolegómenos un minuto de silencio, en señal de reconocimiento y respeto debido, por el fallecimiento de Miguel Folgueral. Esta persona estuvo vincula a la Entidad representativa de la capital del Bierzo y su memoria permanecerá en el seno de la gran familia de la S. D. Ponferradina.
Marcelino B. Taboada
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