La Deportiva consiguió, por fin, superar su maleficio durante los últimos tres meses con un triunfo ajustado ante un rocoso C. D. Numancia

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Tras once jornadas consecutivas sin saborear el sabor de la victoria, la Ponferradina derrotó por la mínima a un equipo numantino que venía precedido de una merecida fama ganada a través de una andadura como “rey del empate” (después de casi unos 4 meses sin perder).

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Además, la victoria fue sufrida y corta y el correlato de un choque con no demasiadas oportunidades de alterar el marcador.

Gracias a este resultado favorable los bercianos se alejan algo de la amenaza de caer a puestos de descenso, mientras que sus oponentes se colocan en una zona incómoda y abandonan su confortable posición en el sector medio – bajo de la Tabla.

La fase inicial del encuentro se caracterizó por la sensación de un mayor peligro e intensidad mostradas por el bando local. Ya antes de los dos minutos de juego un centro al área desde el flanco derecho, procedente de Acorán, no obtuvo respuesta en forma de remate por parte de Berrocal (fundamentalmente, ubicado en el primer palo) ni de Álvaro Antón (en el segundo).

La manifestación de intenciones del cuadro anfitrión, sin embargo, duró un escaso lapso de tiempo porque sus rivales, como producto de una distribución adecuada sobre el césped, pasaron a dominar y controlar la parcela ancha del terreno. Y, como consecuencia de esta estrategia, el venezolano Julio Álvarez se convertía en el principal referente ordenador y mantenedor del discurrir de las acciones numantinas. La ocasión que inauguraba la serie para los sorianos se creó en el minuto 7 al revolverse en el interior del área Álex Alegría, en una situación envidiable y enviando el cuero elevado (claramente alejado del pretendido larguero).

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El resto de esta mitad no se desarrolló de la misma manera que el principio. Una vez asentadas ambas escuadras en el campo las retaguardias se impusieron y los locales apenas inquietaban a sus contrincantes, a causa de su habitual falta de incisividad y eficacia en los metros finales.

Tras el paso por los vestuarios se notó una cierta capacidad o predisposición de contemplación común respecto al contrario: los dos onces traslucían un evidente miedo a no ser capaces de superar a sus contendientes. No obstante, en un centro a las inmediaciones del cancerbero rumano Dinu Moldovan y en una pugna por cabecear entre Ignasi Miquel y Pedraza, este logró conectar y mandar el esférico por encima del travesaño.

A modo de pronta respuestas de los blanquiazules Sergio Aguza, desde la frontal y al borde del área, disparó aunque excesivamente al centro del portal del guardameta Munir.

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En el intervalo posterior los dos técnicos trataron de enmendar las carencias que les impedían adelantarse en el luminoso: por el lado de la “Ponfe” el capitán de la selección liberiana, William Jebor, tomó el relevo y, en el combinado visitante, Aquino sustituyó a un desafortunado y “poco visible” Alegría.

Y precisamente Jebor, seguidamente a su ingreso, protagonizó un avance galopante y le sirvió hacia atrás un balón al suizo Vullnet Basha – con la suerte de envenenarse su pase al encontrar en su trayectoria a un defensor – que, en solitario y con una facilidad pasmosa, batió al portero de los “rojos”. Y ello sería, a la postre, determinante pues esto sucedía a prácticamente un cuarto de hora de la conclusión.

A partir de aquí los castellanos se lanzaron en pos de la igualada. Mas, en un contragolpe de los del Bierzo, Berrocal cedió la pelota a Aguza y este tiró orientado hacia el poste. Su remate fue atajado por el meta de los de Jagoba Arrasate, con una estupenda estirada.

Y, a continuación, se consumó el debut del recién fichado Dalmau con los colores del club de Soria sin mayor transcendencia.

Los nervios, tal como era previsible, hacían mella en los integrantes del conjunto preparado por Fabri González y sus adversarios aún disfrutarían de una buena oportunidad: Pedraza, traspasado el punto en que se cumplía el período en competencia sin considerar el alargue o prolongación, chutó al borde del área y Moldovan contrarrestó el peligro al emplearse a fondo (sacando una mano ciertamente destacable) y despejar con acierto.

En resumen, el enfrentamiento deportivo no se transformó en nada lucido y entretenido al efecto. Lo que se dilucidaba era demasiado importante, ante todo para el plantel deportivista, puesto que su situación en la clasificación – a pesar de aliviarse ahora – persiste en su pronóstico de “delicada” y complicada.

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ALINEACIONES:

  1. D. PONFERRADINA:

Moldovan; D. Seoane, A. Raillo, Miquel, J. Casado; Jonathan (min. 70, Jebor), Basha (min. 83, Andy); Acorán, Aguza, Álvaro; y Berrocal (min. 92, Adán).

  1. D. NUMANCIA:

Munir; Medina, Regalón, Callens, Luis Valcarce; M. Mateu, Pedraza, Gaztañaga (min. 79, Dalmau), Pablo Valcarce (min. 68, Jorge Díaz); Julio Álvarez y A. Alegría (min. 72, A. Aquino).

GOLES: 1-0 (Basha, 74′).

ÁRBITRO:

El Sr. Sagüés Oscos, del Comité vasco. Enseñó tarjetas amarillas a Aguza (min. 68), Seoane (min. 71), Jebor (min. 84) y Moldovan (min. 91), por el lado ponferradino; y a Pedraza (min. 58) y Luis Valvarce (min. 69), en sentido opuesto.

INCIDENCIAS:

Partido correspondiente a la 28ª Jornada de la Liga Adelante, disputado en el Estadio “El Toralín” de Ponferrada. En los graderíos, conforme al recuento oficial, se encontraban unos 5.271 espectadores.

                                                           Marcelino B. Taboada

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