‘La Deportiva sigue demostrando su poca efectividad y no logró tampoco imponerse con claridad en Aranda de Duero.’
El choque se puede calificar de anodino, normal hasta cierto punto y bastante plomizo, ya que la mayor parte del juego desarrollado por ambos contendientes era previsible. Solamente en contadas fases del encuentro, cuando parecía que se hallaba fuera de control, se produjeron avances o contraataques con cierto atractivo para el público e incertidumbre respecto a su cumplimentación. En definitiva, se puede identificar esta confrontación deportiva como una más, incluso insulsa y falta de la intensidad suficiente.
Comenzaron los ribereños siendo los primeros que se acercaban al marco contrario. En el minuto 5 ya se aproximaron por los pagos del cancerbero rumano Dinu Moldovan. Este se hizo con la pelota sin complicación alguna. Pero, en el minuto 6, el mencionado arquero tuvo que emplearse a fondo y efectuar una excelente parada (a requerimiento de su contrincante Rubén Garcés, que remató con mucha intención).
En sentido opuesto, en el minuto 12, correspondió concretar su ocasión inicial a los foráneos. El andaluz Juan Carlos Menudo tiró desde la frontal del área de los de la villa del Duero. El balón no se fue demasiado lejos del poste derecho de la portería.
En el minuto 17 el arandino Leo Ramírez mandaría algo elevado un lanzamiento de falta, desde el borde del área.
Alrededor del ecuador de esta mitad de principio aparecería el “fenómeno” -hoy verdecillo – Yuri. En el minuto 24 se internaría por el flanco izquierdo de la retaguardia castellana y su pase no lo aprovecharía con acierto Menudo, al ser neutralizado su disparo por la zaga. Y, en el minuto 25, el brasileño Yuri conectaría un cabezazo que salió relativamente elevado.
Reaccionaron los blanquiazules, un minuto más tarde, a través de Rubén Garcés. Este envió un testerazo, a consecuencia de haberse botado un golpe franco por un compañero suyo.
Y, ya cerca del intermedio, el maño Edu Payá chutó y su ensayo (sirviéndose de una volea) se orientó hacia lo alto. Aún antes de acceder a los vestuarios, al objeto de disfrutar del intervalo de descanso, cabe resaltar una buena oportunidad de los hombres de Pedro Munitis. Un libre directo -desde el lateral del área y en una ubicación un poco escorada, en relación al portal de Nacho Zabal – fue ejecutado por el defensa “carrilero” Ríos Reina. Sorprendió su plasmación con determinación, puesto que el guardameta de sus rivales se vio comprometido y obligado a despejar en última instancia.
Retornados tras agotar el período de asueto, se evidenciaba una mayor ambición y ganas de adelantarse en el marcador en el bando berciano. No obstante, ello duraría apenas un cuarto de hora.
En el minuto 51 el lateral derecho asturiano, Nacho López, describió una tentativa de volea con escaso éxito. Situado en el exterior del área rival, empujó el esférico con una altura superior a la deseada.
Pasado este lapso temporal limitado, la disputa transcurría con esporádicas acciones y reducidos lances que comportaran un mínimo riesgo (de cara a acumular posibilidades de batir las respectivos metas y alterar el tanteador).
En el minuto 63 acaeció la única opción, que era un índice ilustrativo de lo presenciado en esta segunda parte, procedente del lado de los discípulos de Emilio Ferreras: un disparo de Omar halló la respuesta de Dinu, que realizó una intervención decisiva.
Y, en el minuto 92 y dentro del postrer minuto de alargue, el grancanario Héctor Figueroa –que había ingresado en el terreno recientemente – remitió un cabezazo bien diseñado contra la portería de sus oponentes. Y aquí surgió el guardamallas Zabal, rechazando el cuero a saque de esquina y salvando a su escuadra de una derrota agónica y oportunista (que quizá, en tal caso, se nos hubiera antojado injusta).
Lo dicho al comienzo es la cruda realidad: los deportivistas no disponen de alternativas en su delantera con garantías goleadoras (o, al menos, así lo dan a entender las cifras). Mas solamente existe un consuelo válido, en términos prácticos: el Pontevedra C. F. manifiesta las mismas carencias ya descritas (si nos atenemos a sus precedentes resultados).
ALINEACIONES:
ARANDINA C. F.:
Nacho Zabal; Edu Payá, Rubén Garcés, Pablo, Nacho Ruiz; Ruba, Saúl Crespo (min. 79, Álex Barrera), Leo Ramírez, Carlos (min. 67, Momar Ndoye); Rubén Arroyo (min. 62, Omar); y Edgar.
S. D. PONFERRADINA:
Dinu; Nacho López, Xisco C., M. Núñez, Ríos Reina; S. Cidoncha, Chavero (min. 63, Jonathan), Andy, J. C. Menudo (min. 75, D. Caiado); Pallarés (min. 80, H. Figueroa) y Yuri.
GOLES:
No hubo.
ÁRBITRO:
El Sr. Baigues Dones, del Comité aragonés. Amonestó con cartulinas amarillas a los burgaleses Rubén Arroyo (min. 14), Saúl (min. 67) y Rubén Garcés (min. 73) y, entre sus contrincantes, a Menudo (min. 16), Chavero (min. 36), Núñez (min. 81) y al suplente (en el banquillo de los visitantes) Javier Olmedo (por protestar airadamente).
INCIDENCIAS:
Partido correspondiente a la XXV Jornada de la Liga regular de Segunda División B, en su Grupo I. Se disputó en el Campo “El Montecillo”, de la capital de la ribera burgalesa. En los graderíos se registró una apreciable entrada de animosos espectadores.
Marcelino B. Taboada