La Diócesis de Astorga se une al dolor por la muerte de los cinco mineros. El Vicario General presidirá el funeral David Álvarez

El Vicario General presidirá esta tarde, a las 18.00 h., en la Iglesia Parroquial de Torre del Bierzo, el funeral por David Álvarez Núñez, fallecido en el siniestro acontecido en la mina de Cerredo.

El Sr. Obispo de la Diócesis, Mons. Jesús Fernández González hace llegar su cercanía y su consuelo a la familia y allegados de David Álvarez, y de los otros cuatro jóvenes fallecidos en el siniestro de Cerredo, al tiempo que eleva su oración ferviente a Dios, Padre de todos, para que reciban el descanso feliz y eterno. También ruega a Dios por el restablecimiento de los heridos que permanecen hospitalizados.

En la tarde de ayer, lunes, el Sr. Obispo, que se encuentra en Madrid, en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, recién enterado del trágico siniestro de la mina de Cerredo y del fallecimiento de un joven de nuestra diócesis en dicho siniestro, manifestaba su cercanía y todo su afecto con la familia de este joven, natural de Torre del Bierzo, así como con las familias de todos los fallecidos rogando al Dios de la vida el regalo de la vida eterna para todos los fallecidos y el consuelo de la fe para todos sus familiares.

La Diócesis de Astorga se une al dolor por la muerte de estos cinco mineros leoneses que han perdido su vida, una vez más, en las explotaciones mineras, y quiere hacer llegar a todos el consuelo y la cercanía de toda la comunidad diocesana, junto a la oración esperan-
zada que abre la puerta a la fe en Cristo resucitado que nos asegura la victoria final de la vida sobre la muerte.

El funeral de esta tarde será presidido por el Vicario General, acompañado por el párroco de Torre del Bierzo y los sacerdotes de la Unidad Pastoral de Bembibre, que concelebrarán con él dicho funeral´, en el que pedirán a Dios, padre de todos, que en este Año Jubilar fortalezca la esperanza que brota de la fe cristiana y, como Señor de la Vida, acoja entre sus brazos a estos hijos suyos, pidiendo la intercesión de María, Madre nuestra y Virgen del consuelo para que sostenga a todos los que lloran su pérdida.