La Guardia Civil da por desarticulado un grupo criminal integrado por ciudadanos chinos especializado en secuestros y extorsiones

La Guardia Civil, en el transcurso de la operación “MING”, cuya explotación se inició en el día de ayer, ha procedido a la detención de 13 personas como autores de numerosos hechos delictivos desde el año 2011 entre los que se encuentran extorsiones a otros ciudadanos chinos, detenciones ilegales, secuestros, agresiones, coacciones, amenazas y, en general todo tipo de delitos encaminados a la obtención de beneficios suficientes para que todo el grupo pudiera subsistir cómodamente sin realizar actividad laboral alguna.

Entre los detenidos destaca el líder de la banda, Wenping Lin, también conocido entre los miembros del grupo como “Laozong” , y que cuenta con numerosos antecedentes policiales.

Asimismo, se ha procedido en la provincia de Madrid al registro de 4 domicilios, incautándo cuatro armas de fuego, catanas, machetes de grandes dimensiones, así como diversas cantidades de sustancias estupefacciones, básculas de precisión y numerosa documentación para su estudio.

Los investigadores también han encontrado material de caracterización que la banda utilizaba evitar su identificación cuando cometían algún hecho delictivo.

Asimismo, se han incautado diversos vehículos, entre los que se encontraban varios procedentes de víctimas que no habían podido satisfacer sus deudas con la organización.

Igualmente, en uno de los locales registrados, una casa de masajes situada en el barrio de Usera y propiedad de uno de los detenidos, se encontró una estancia oculta a la que se accedía moviendo una estantería anexa a la pared, y que era utilizada por la banda para organizar partidas ilegales de póker y “mahjong”.

El grupo presentaba una gran movilidad, desplazándose por todo el territorio Nacional, siendo también “subcontratados” para el cobro violento de deudas a otros compatriotas. La “Banda del Sol” llegaba a embolsarse hasta un 50% de las deudas cobradas.

También se ha observado que esta red mantenía disputas con otras organizaciones criminales por el control territorial, principalmente en la comunidad de Madrid.