Límites de velocidad y alcoholemia en Europa: ¿qué países son más permisivos?
Es posible que este verano haya hecho algún viaje en coche por Europa, habiendo tenido inevitablemente que adaptar su conducción a las normas de tráfico locales en cada país. ¿Cuál es la velocidad máxima permitida en Portugal? ¿Y en Alemania? ¿Cuánto alcohol podremos tomar antes de coger el coche en Irlanda o República Checa?
La DGT nos resuelve esas dudas en su revista digital Seguridad Vial. En el siguiente maña vemos cuáles son los límites de velocidad máximos establecidos en las carreteras del espacio Schengen en Europa y qué regulaciones son más y menos permisivas con el consumo de alcohol.
Alemania, Bulgaria y Polonia, los más ‘rápidos’
Atendiendo en primer lugar a la velocidad, el mapa revela una cierta disparidad de criterio en la fijación de los límites en vías interurbanas entre los códigos de circulación de los países la Unión: los topes legales establecidos oscilan entre los sorprendentes 80 km/h a los que se puede circular como máximo en las carreteras de Malta, o los 90 km/h de Letonia, a la conocida ausencia de límites en las autopistas alemanas, que únicamente se limitan a señalar los 130 km/h como velocidad aconsejable. Cabe destacar en este punto también el caso de Polonia, único país que fija la velocidad máxima en 140 km/h.
El resto de países tienen límites de velocidad en carretera más homogéneos, aunque la cifra se mueve entre los 110 km/h de Suecia o Reino Unido y los 130 km/h de una amplia mayoría como Francia, República Checa o Dinamarca, y pasando por los 120 km/h de España, Portugal o Bélgica.
Más homogéneos son los límites de la región en lo que se refiere a velocidad en vías urbanas: cuando se trata de circular por la ciudad, los conductores pueden alcanzar un máximo de 50 km/h en la gran mayoría de estados, si bien hay excepciones como el caso, de nuevo, de Polonia, que admite velocidades de hasta 60 km/h en poblado.
Tolerancia cero con el acohol
Por otro lado, el mapa también arroja datos sobre la tasa de alcoholemia máxima con la que está permitido conducir en cada país de Europa. A este respecto, una gran mayoría fija el límite en 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, como sucede en España.
Pero los hay tremendamente más permisivos -caso de Malta, que casualmente tiene los límites de velocidad más bajos, con una tasa permitida de 0,8 g/l sangre-… y también indiscutiblemente restrictivos, cuya regulación exige una tasa cero de alcohol -es el caso de Hungría, Rumanía, Eslovaquia y República Checa-.