Los vecinos de Espinoso de Compludo se quejan de la falta de agua y la poca que tienen sale sucia
La paciencia de los vecinos de Espinoso de Compludo con el agua ‘potable’ del pueblo debe estar entre las más altas de nuestro país. Los vecinos, en esta ocasión, llevan cuatro días soportando algo que no saben si tomarlo con humor o con rabia. Los turistas sonríen pasmados, mientras arquean las cejas preguntándose ‘que cosa es esta que sale por el grifo’. Los treinta niños y niñas del albergue se organizan por grupos para ir con garrafas bajo el brazo a la alberca. Con ella se duchan y evacuan los retretes de orines y excrementos mientras la mayoría de las casas tienen atascadas las tuberías con consecuencia del cieno acumulado en el depósito y que termina por tupir cualquier conducto: un depósito pensado para quince personas, en sus inicios, pero con un promedio de ciento cincuenta habitantes durante los días de verano. El domingo, sin ir más lejos, se concentraron trescientas personas con motivo de las fiestas de San Mamés. Como en la única taberna del pueblo tampoco había agua no resulta difícil imaginar a dónde buscaba la gente un lugar para hacer sus necesidades: es la vuela a la naturaleza. Porque más natural que este pueblo no lo hay. Hoy los técnicos de Aquona se han llevado muestras de agua en medio del enfado de los vecinos, técnicos que no son responsables de nada. Sin embargo, las muestras que se llevan nunca son esas que se ve en el vídeo, puro fango. Si este agua no mata a los vecinos, algunas propiedades milagrosas debe tener cuando llevan años clamando porque no se les tome el pelo una vez más.