Morala reclama decisión política y rigor en la gestión para que una carga fiscal muy diferente a la impuesta por el alcalde alivie la situación de familias y empresas en Ponferrada
“La rebaja de tributos cosmética se queda tan corta que los ciudadanos no la notarán individualmente. No seremos cómplices en ese engaño”.
El Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, mantiene la posición de firmeza que reclaman ciudadanos, autónomos y empresas para que haya una rebaja fiscal que sea de verdad apreciable en la cartera de los ponferradinos. “Todo lo demás son operaciones estéticas que no arreglan la desesperante situación para muchos negocios en Ponferrada. El viejo truco de subir mucho la presión fiscal para luego relajarla un poquito ni engaña a nadie ni, lo que es más triste, alivia la mala situación económica de nuestro municipio. Para estos lavados de cara puramente superficiales no pueden contar con el Grupo Popular ni con la mayoría de la oposición. Otros sabrán cómo se conjuga su posición tradicional de pedir menos impuestos con mantener este nivel que tanto asfixia a la economía particular de las gentes de Ponferrada y sus negocios”.
Primero clamamos contra una subida que era insostenible. Tanto lo ha sido que no les ha quedado más remedio que poner parches a sus planes iniciales, que sangran a la economía local. Ya denunciamos que la propuesta de rebaja era vaga e inconsistente y que no seríamos cómplices de un engaño a los contribuyentes locales. La negativa del equipo de gobierno a hablar en profundidad de la pésima situación actual, tan agravada por la mala gestión económica del gobierno socialista con la inflación y el precio de la luz, hace imposible acometer planes más ambiciosos. Después de la furia recaudadora con el incremento de la presión fiscal del comienzo del mandato ahora vuelven a la abulia para no apearse de un camino que solo conduce al empeoramiento de la economía y del empleo y a la pérdida de población. Los campeones en la propaganda y la ineficacia gestora lo son también en insensibilidad y falta de solidaridad con los que peor lo pasan en nuestro municipio. Recaudan más para gastar peor y con menor gasto social.
Pese a las peticiones de la oposición, su posición es de oídos sordos al clamor ciudadano que pide rebajar los tributos. Sacacuartos se mantiene en sus trece para desgracia de los emprendedores, los hosteleros y los comerciantes. La falaz rebaja fiscal de Olegario no alcanza los 600.000€ y no llegará a la gente, la nuestra se cifra en torno a los 6.000.000€ y beneficiaría a todos los ciudadanos, familias, negocios y empresas en un momento tan difícil como el actual. Si no se llega ni al 10 % de lo necesario no se está en la buena dirección. Acertamos cuando vaticinamos que tendrían que cambiar su política fiscal porque era insoportable. Y acertamos ahora cuando decimos que el retoque es inservible para fijar población. Desgraciadamente lo veremos con sucesivas mermas del padrón, porque sin actividad económica la gente tiene que buscar otros horizontes. Los ávidos gobernantes locales de Olegario y Pedro Sánchez acaban echando a los exhaustos pagadores de sus dispendios. Ponferrada ya no está para bancos de 20.000 € inútiles, innecesarios y extravagantes.
Por eso hemos dado un paso al frente y vamos a proponer una reforma fiscal realista, una reforma fiscal necesaria y acorde con la realidad y con las necesidades de la actual Ponferrada. Ante la ineficacia, la indolencia y la desidia estratosférica del equipo de gobierno, desde la oposición lanzamos la propuesta que requiere Ponferrada y a la que deberá atenerse el equipo de gobierno, de prosperar en el pleno extraordinario cuya convocatoria instamos. El alcalde y su equipo de gobierno se han dedicado a ingresar más y gastar peor. La ciudad está más deteriorada, sucia, abandonada, decadente y es más dependiente que nunca. Les marcamos un camino seguro ante su falta de ideas. Esperamos que nos hagan caso, porque solo de esta manera se alivia la voracidad recaudadora sobre el trabajo, porque los ponferradinos no pueden trabajar tantos días al año para entregárselo directamente a Olegario para sus dispendios.