Opinión/ ‘IDEAS PARA UN PROYECTO DE PROMOCIÓN TURÍSTICA DE ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL y MUSEÍSTICA DE PONFERRADA y SU PASADO FERROVIARIO-MINERO.’
Se observa cómo, de vez en cuando, los responsables políticos nos sorprenden en torno a la imprescindible recuperación de los elementos arqueológicos – abandonados – de la arqueología industrial berciana, al mismo tiempo que tratan (la mayoría de los dirigentes locales) de rentabilizar las exposiciones museísticas y culturales relativas a la tradición industrial carbonera, ferroviaria y de instalaciones generadoras de energía.
Pues bien, aun no deseando imponer ninguna interpretación desde estos puntos de vista, cabe referir el plan que un grupo de bercianistas habíamos contemplado y pergeñados – tras análisis en profundidad – hace aproximadamente una década.
Que se ha de rehabilitar La Placa, y con un alcance mayor que su homónima de Monforte de Lemos, es incontrovertible. Cuando la Sra. Fdez. Merayo – actual Regidora de la capital del Bierzo – propugna y reclama el CyLog de la mencionada barriada, se ha de concluir que se referiría su pretensión a la constatación de “una condición necesaria mas no suficiente” a fin de prologar un desarrollo turístico considerado indispensable. La llegada del Tren de Altas Prestaciones, así como la promoción anexa a tal evento y la construcción de un Museo que recopile los aconteceres (bastante recientes, relativamente) de La Placa y de la Compañía Estatal (monopolística) R. E. N. F. E. desde antaño – en nuestros lares (Talleres de Material Móvil y Remolcable, Fábrica de briquetas,…) – son otros tantos mimbres que servirían oportunamente a los efectos de iniciar un itinerario apasionante por la ciudad templaria. Lógicamente, desde la zona de los antiguos Muelles de Carbón es preciso conectar, con la P. V. 31 preferentemente, este enclave de transportes y descarga de mineral con el Museo del Ferrocarril. Y, después de una cuidadosa y pormenorizada visita al mismo, el complemento perfecto lo constituiría el traslado – mediante un tranvía – de los interesados a la Fábrica de la Luz – Museo de la Energía (estación futura de partida del Tren Turístico Ponfeblino). No hace falta evidenciar los atractivos especiales y extraordinarios de este moderno centro de información y explicación interactivas ni ponderar la importancia de sus exclusivas colecciones, de sus cuidadosos vídeos ni de su recopilación de objetos, herramientas y todo tipo de útiles y distintivos antiguos. Tampoco se debe infravalorar la complementariedad que supone la Fuente del Azufre (balneario, primera factoría hidroeléctrica de E. N. D. E. S. A. en España o el edificio emblemático y restaurado de la térmica de la M. S. P.).
Y, situados justamente en el principio de lo que se identificaría con un ambicioso plan de dinamización socioeconómica de parte de la Cuenca media y el conjunto de la alta del Sil, habría que dirigir la mirada hacia Cubillos del Sil y su pasado “glorioso” en el sector energético y de autarquía (en cuanto a este determinado suministro). Además, hay que conservar e impulsar las diversas iniciativas y esfuerzos realizados hasta el momento (la Planta de oxicombustión o de tecnologías tendentes a las investigaciones y descubrimientos sobre el “carbón limpio”) y proceder a la oferta de demostración didáctica respecto a la producción de energía en la planta de Enel-E. N. D. E. S. A. (cuya continuidad no se halla, ni remotamente, garantizada. Y si se pudiesen engarzar o armonizar realidades consolidadas, tales como “El Bosque de los Sueños” o la actividad náutica y recreativa en el Pantano, el porvenir de nuestros planteamientos – me atrevo a decir – resultaría prácticamente asegurado.
Y no se pretende “enmendar la plana” a nadie sino incentivar al aporte de cualquier visión o perspectiva provechosa a lo que se anuncia “a modo de una de las posibilidades y alternativas claras para nuestra comarca y su progreso”.
Marcelino B. Taboada