Mañana – viernes día 21 de octubre, a partir de las 19 horas – se desarrollará el programa correspondiente a la I Jornada que se distingue con el título o encabezamiento “El Bierzo: suma y sigue (530, 195, 25).” La denominación no es ociosa pues estos lapsos temporales transcurridos (en años), precisamente en el mismo mes de octubre, distinguen unos hechos relevantes que se desean rememorar y que son (a nuestro juicio) fundamentales en la historia más o menos reciente de nuestra Comarca.

En primer lugar, es preciso referirse a una fecha del 1.486 por su repercusión documental: en ella se encuentra la primigenia alusión gráfica a la provincia berciana (desde entonces nuestro territorio se asoció e identificó con la provincia del Bierzo o el partido de Ponferrada).

LA PROGRAMACIÓN

Esta realidad geográfico-político-administrativa procede del Antiguo Régimen, bajo la etapa caracterizada por el poder efectivo de los Reyes Católicos, etiquedada asimismo de “reunificadora” y reconquistadora. Y ello trae razón de la distribución o división en 40 demarcaciones territoriales del Reino de Castilla. Por otro lado, nuestro espacio o corregimiento se hallaba vinculado en permanencia con sus homónimos de León y Oviedo (Asturias).

Un requisito previo e indispensable, antes de establecer un repartimiento territorial uniforme, es la dependencia de un mismo poder gubernativo. En nuestros pagos sería el conflicto surgido en la reclamación de la herencia del Condado de Lemos (en concreto, en la sucesión de D. Rodrigo Álvarez Ossorio) el desencadenante de la mudanza estructural y organizativa. Intervinieron las fuerzas reales, que pretendían reducir los señoríos del tipo que fueren, resultando finalmente que sería el área berciana (conforme se contempla ahora, “grosso modo”) la que pasara a integrarse en un nuevo y ampliado Marquesado de Villafranca (este con una mayor predisposición a la obediencia y sumisión a las órdenes y deseos reales).

EL "FRONTISPICIO"

En resumen, salvo mejor criterio y juicio de los expertos, mi parecer se contiene en estas notas esenciales que explicarían el surgimiento de nuestra antigua provincia: la unidad que articularon los Reyes Católicos, la sujeción a una única y excluyente jurisdicción teóricamente y la función del corregidor, en virtud de máximo representante ordinario y gestor con potestades indiscutibles en su ámbito.

Sin embargo, la institución efectiva y legal de la provincia – a modo y manera de la vigente, “mutatis mutandis”, y con variaciones y adaptaciones a lo largo del tiempo – procede indudablemente del llamado Trienio Liberal (1820-1823). Es producto, en consecuencia, de una mentalidad liberal y/o afrancesada. En la conferencia prevista se colacionarán, entre otras cuestiones, las diferencias de intereses y posterior lucha de prohombres por la capitalidad del Vierzo, su instauración y fijación en Villafranca. Aunque, a mi leal saber y entender, hay apuntes que conducen a pensar que su contemplación ofrecía ya ciertas dudas a algunos distinguidos ponentes, o incluso dirigente notable. En conclusión, las provincias del Vierzo y Xàtiva fueron “borradas” del mapa con una premura evidente (la que nos corresponde perdió su validez o se declaró su nulidad el 1 de octubre de 1823) y parece que solamente se pretextó una disculpa genérica: “no era conveniente su plasmación”.

UNA PRUEBA DOCUMENTAL

También continuando con el hilo más bien de creencias (habrá personas versadas que nos proporcionarán la claridad y rigor imprescindibles) cabe lanzar una conjetura: el Bierzo (con las características que se incluyeron legalmente) cumplía las condiciones del “perfil” básico exigido. Por demografía, por extensión geográfica, por orografía, climatología y hasta disposición geológica, por capacidad y configuración económica, por modo de vida y cultivos y lo que es el antecedente de una limitada constatación diferencial – costumbres, festividades, carácter o idiosincracia, derecho consuetudinario, tradiciones,… (si bien todo ello inserto en una fértil convivencia con el resto de habitantes de España y peninsulares, en general) – se ha de considerar que nuestros pagos se definen en los términos de “pequeño país, profundamente español y dotado de ligeras especificidades, singularidades y peculiaridades”.

En cuanto afecta al turno de debate-coloquio-discusión, la verdad es que la disponibilidad material temporal es reducida y acotada en un grado notorio. Por tanto, simplemente cada participante acreditado podrá aportar su idea y valoración en torno a la trayectoria institucional berciana reciente y en el marco hacia el que la orientó y concibió la Ley de la Comarca de 1981 (y su Reforma). También se demandará e inquirirá sobre propuestas y proyectos de futuro relativos a la Administración propia y genuina de los bercianos: el Consejo.

LA AVENIDA DE EL BIERZO

Aunque se puede y es necesario ponderar otros factores (Pedanías e inframunicipalidad, minifundismo municipal, Mancomunidades, Unidades de Ordenación del Territorio, comarcalización de la Comunidad, birregionalidad, Diputaciones, disfuncionalidades en las atribuciones y prestación de servicios y una múltiple panoplia de inferencias y situaciones (que podrían adquirir alguna repercusión en el devenir del Consejo), mi propuesta es que, a fin de no dispersar o disipar los discursos, haría falta ceñirse en principio a epígrafes concretos: tipo de elección, asunción de competencias y métodos al objeto de conseguir el avance en esta parcela, suficiencia financiera, elaboración y autonomía en la aprobación de los presupuestos, posibilidad de compartir el cobro o recaudación de impuestos específicos, el principio de subsidiariedad aplicado al Ente comarcal,…

La reflexión sobre la creciente injerencia del proceso de constitución y reglamentación de la Unión Europea o la limitación, a causa de la transposición de acuerdos y negociaciones internacionales en un mundo globalizado, exceden lo perseguido. No obstante, la evolución a medio-largo plazo inducirán tal vez a su toma en consideración, tratamiento y apreciación.

EL MAPA DE FLORIDABLANCA

Enfóquese lo antedicho (transcrito) en calidad de impresiones. Es de aceptar y afirmar que los dos experimentados y cualificados historiadores, así como los portavoces políticos habilitados, nos deleitarán con sus concepciones y su sapiencia contrastada y nos comunicarán – con amenidad y concisión – su particular versión desde una diversidad de perspectivas.

                                                       Marcelino B. Taboada

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