Para USE, Ponferrada tiene muchas obras ‘electoralistas’
Para USE, Ponferrada tiene muchas obras ‘electoralistas’
La acumulación de obras fallidamente electoralistas de Olegario Ramón en la Zona Cero de Ponferrada se puede calificar como innovadora en su concepto de chapuza transversal. No hay nada que tenga que ver con las mismas que no merezca el calificativo de chapuza: la innecesariedad, la planificación, los plazos, la ejecución, el acabado y el odio hacia Ponferrada que destilan. Son innecesarias en su mayor parte porque la ciudad no requería una Zona de Bajas Emisiones en el centro (que Samuel Folgueral derogará si regresa a la alcaldía) y sí una política de movilidad que no perjudique a vecinos y comercio. Carecen absolutamente de planificación porque para amoldarse al calendario electoral del alcalde acabado se han acumulado unas sobre otras sin tener en cuenta ordenación del tráfico o detalles tan simples como no solapar cortes de circulación en accesos al centro como la Avenida del Castillo y Avenida de la Puebla, como ocurrió ayer. Por no hablar de la imposibilidad de acceder al centro en días de mercado denunciada ya por USE Bierzo. La ejecución merece capítulo aparte gracias a las habituales incidencias en las tuberías de suministros o a aberraciones como la maquinaria “aparcada” en la Calle Real durante el fin de semana impidiendo el acceso de bomberos o ambulancias. En cuanto a los plazos de ejecución parecen dictados por el karma. La glorieta de Reino de León, si nos fiamos del aparato propagandístico de este alcalde acabado, debería haberse inaugurado en julio del año pasado. Posteriormente se anunció una nueva fecha de inicio de las obras y tiempo de ejecución, que la fiaba para noviembre de 2022. La incomprensible glorieta de Huertas del Sacramento se anunció en mayo de 2022 con un plazo de cinco meses. Finalmente los trabajos dieron comienzo en septiembre con los mismos cinco meses que deberían haber finalizado en enero de este año. Fechas similares a las de la semipeatonalización de la Calle Real, que lejos de estar rematada en el mes de enero va a seguir siendo la ruina de los comerciantes, especialmente en el tramo entre Gregoria Campillo y La Puebla, durante toda la primavera.
Sobre el acabado es mejor no hacerse ilusiones. Es tan simple como comprobar el pegote de la ampliación de la acera de la Avenida de la Puebla. A la conclusión de la obra veremos dos aceras distintas en una sola, con su doble bordillo incluido (Imagen 1). Dirán que ese doble bordillo está pendiente de remate, pero difícil lo tienen cuando la nueva pavimentación ni siquiera sigue una línea recta (Imagen 2). A ello habría que añadir los desniveles atroces en la conexión de la calzada con el pavimento en Reino de León o el nada estético remate de las zanjas practicadas para la colocación de cámaras y sensores en la Avenida del Castillo.
Ponferrada necesita cuanto antes que termine este mandato desquiciado y antiponferradino de Olegario Ramón e iniciar una nueva etapa en la que se planifique y se gobierne desde una sostenibilidad que sí sea transversal. A día de hoy lo único transversal son las chapuzas.